18 septiembre 2012

Llena Enrique Bunbury en León



El español, quien ayer ofreció su concierto en el Poliforum, llegó desde el martes por la noche a León, y compartió unos momentos con algunos de sus admiradores.

Enrique Bunbury llegó de incógnito el martes por la noche a la ciudad de León.

Algunos fans (como Luis Martínez) lo recibieron con muestras de cariño y solicitud de canciones como: "La chica triste que te hacía reír", previo a su show de ayer por la noche en el Poliforum.

Alrededor de las 7 de la tarde, la banda de músicos de Bunbury (Los Santos Inocentes) llegaron a instalarse al Hotel Hotsson y enseguida, el grupo cercano al cantante bajó de una camioneta para registrarse.
Aproximadamente a las 8 de la noche, el español llegó a hospedarse acompañado de su esposa y su mánager; minutos después bajaron de su habitación para ir a cenar al restaurante italiano MaComeNo.
El grupo de músicos se dirigió a pie al restaurante de comida mexicana "Presidentes", mientras el cantante fue resguardado por su guardaespaldas, quien lo acompañó en todo momento.

Contrario a lo que se decía del aragonés, éste llegó con una actitud muy sencilla, según platicaron los fans que AM entrevistó.

"Llegó sencillo, el único que impedía que nos acercáramos fue su guardaespaldas, le dimos la bienvenida, dijo que era un placer y nos dio la mano, a mí me la dio tres veces; le dijimos: nos vemos en el concierto y dijo ¡claro!", platicó Mauricio Martínez, admirador del artista.

Gustavo, Martín y Milton Rodríguez, además de Luis y Mauricio Martínez, fueron los primeros fans que tuvieron la oportunidad de platicar algunos segundos con el cantante, quien lucía cansado tras un viaje al parecer por tierra desde Guadalajara, donde se presentó el pasado domingo.

Ayer por la mañana, el artista se dirigió al gimnasio del hotel (como es su costumbre), desayunó temprano y descansó, hasta que aproximadamente a las 2:15 de la tarde, salió de su habitación y descendió al estacionamiento en un elevador privado, para abordar una camioneta blanca que lo llevaría a comer, previo a su llegada al Poliforum.

El artista tiene una creencia especial: dirigirse 3 horas antes de su show para meditar y crear comunión entre su público.

Por lo que solicitó en su camerino (de medida aproximada de casi 5 metros por 7 metros de ancho) comodidades tipo habitación de hotel: sofá, cama confortable, agua, alimentos frescos, frutas, toallas, espejo, alfombras, flores, además de un área despejada para acceder al escenario.
Por su parte, una fila de fans que asistieron al concierto, se formaron desde temprana hora a las afueras del Poliforum, para alcanzar un buen lugar.

Agradece recibimiento

Tres horas antes de su concierto de ayer en Poliforum, Enrique Bunbury agradeció a sus fans el recibimiento.
A la exclamación de un fan que gritó: ¡bienvenido a la tierra de José Alfredo!, el artista dijo: "Muchas gracias".

A las 6 de la tarde, el aragonés bajó con sigilo del hotel Hotsson, donde ya lo esperaba una camioneta polarizada con placas del DF para trasladarlo al Poliforum, su esposa y su pequeña hija subieron primero, para después dedicar un tiempo a 3 fans que emocionadas le pasaron una hoja con un teléfono.
"Nos tenemos que ir, disculpen", dijo el guardaespaldas del cantante; "bueno, aquí te dejo una hojita, no sé si me va a hablar o qué, pero te dejo mi teléfono", dijo una fan.

A.M. preguntó de forma exprés el sentir del artista por pisar la tierra de una de sus figuras predilectas: José Alfredo Jiménez.

"Me siento muy bien, muchas gracias, pero tenemos que ir a trabajar disculpen, vamos al concierto, muchas gracias", dijo para después partir rumbo al Poliforum.

Fuente | periodico.am


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