Entrevista a Robert Castellanos: "Tenemos que ser todavía más una puta máquina de matar"

Ahora que el año se acaba y otro poco de nosotros se nos escapa (como dice la canción) es un buen momento para hacer balance de todo lo ocurrido durante este 2009 y en especial sobre la última parte del “Hellville de Tour”. Si en plena gira Jordi Mena nos concedía una entrevista y tras su conclusión lo hacía Álvaro Suite, ahora que estamos a punto de estrenar nuevo año es el turno de Robert Castellanos. Aquí su experiencia personal.

-Han pasado unas semanas desde que acabasteis la cuarta y última parte del “Hellville de Tour”. ¿Qué tal se ha desarrollado este fin de gira por América?

Ha sido algo tremendo, algo flojos en los primeros shows, pero a partir del cuarto o el quinto ya nos situamos y empezamos a hacer de las nuestras. Creo que fue en los dos conciertos de Tuxtla Gutiérrez cuando nos miramos y dijimos que al fin estábamos otra vez en el buen camino. A partir de ahí no recuerdo ningún show particularmente malo y sí muchísimos buenos, auténticas experiencias.

-Una de las grandes sorpresas ha sido la inclusión de “La herida” y “La chispa adecuada” en el set-list de algunos conciertos. ¿Cómo ha sido la reacción del público al escucharlas?

La reacción del público con estas dos canciones ha sido la hostia, se creaba algo realmente emocionante cuando las tocábamos. Yo me fijaba en las caras de la gente llorando y dando las gracias y notaba que me fallaban las piernas de la emoción que se respiraba. Particularmente con La Chispa la cosa se me iba de las manos, creo recordar que hasta la quinta o sexta vez que la tocamos no fui capaz de tocarla sin equivocarme de acorde alguna vez, me quedaba tan en trance viendo a la gente que me despistaba.

-Otro regalo ha sido la versión que hicisteis de José Alfredo Jiménez de “El hijo del pueblo” en el concierto de Tuxtla 24.09.09 que posteriormente recuperasteis para otras ciudades. ¿Qué te parece este tema?

José Alfredo Jiménez es lo más en México, debo admitir que no le conocía hasta este año, pero es un tipo que te llega al alma de la manera mas sencilla, con palabras simples pero hermosas y muy bien dichas, como hacía John Lennon. Este tema de El Hijo Del Pueblo es de mis favoritos, Enrique lo canta con un par de pelotas y la gente se vuelve loca, directo al corazón de todos los mexicanos.

-Aparte, ¿cuáles han sido son los temas con los que más has disfrutando en esta gira?

Yo me lo paso bomba tocando “El hombre delgado”, “Apuesta por el rock’n’roll” o “Infinito”, pero el mejor momento siempre es “El rescate”.

-Sin lugar a dudas, uno de los conciertos más importantes que habéis ofrecido fue el que realizasteis el 11 de Noviembre en el Estadio Azteca de México ante 90000 personas (record de público para un artista español). ¿Qué sensaciones tuviste al estar tocando ante tantísima gente?

Es algo muy bestia, 90.000 personas es muchísima gente. Me decía Leiva de Pereza hace unas semanas en Barcelona que él ya no entendía que más de 20.000 personas fueran a un recinto a ver tocar a un artista, que no tenía explicación, y yo opino lo mismo. Creo que lo de Búnbury en México va más allá de una relación artista-fan, para mi es claramente una cuestión divina, algo mesiánico, una especie de enviado del cielo o de algún lugar con la única misión de hacer felices a miles y miles de personas. El concierto fue la leche, ya desde que llegamos por la mañana todo era especial, el recinto, el equipo de sonido, rock de estadios en estado puro, me pasé el día disfrutando, muy tranquilo. El momento de salir fue de lo mejor que me ha pasado nunca, no era como cuando hace años me asomaba por la puerta del camerino para ver si había venido gente al show y con suerte veía a 80 personas, así intente llevar lo más lejos posible esta sensación inicial y creo que me duró incluso hasta unas horas después de terminar, algo tremendo. Además, en el Estadio Azteca fue donde Maradona marcó el gol mas bonito de todos los tiempos, y para un mitómano y fan a muerte de Maradona como yo era como estar pisando Tierra Santa.

-El concierto de Hermosillo previsto para el 20.09.09 tuvo que posponerse un día por indisposición de Bunbury al consumir comida en mal estado que también afectó a algún componente más de la banda, según un comunicado. ¿Cómo vivisteis este día?

Es cierto, además de Enrique se vieron afectados un par de personas más de la banda y gente del equipo técnico. Debió alguna especie de venganza o algo así, aunque yo me libré, jajajaja… El día tampoco fue particularmente especial, te levantas, desayunas, miras el correo, das un paseo, comes, te duchas, te afeitas y te preparas para irte a la prueba de sonido. Un poco antes de irte te dicen que el show queda aplazado para el día siguiente, así que tampoco hay mucho que puedas hacer, todavía no he aprendido a volverme a poner la barba que me he afeitado un rato antes, así que vuelta a la habitación a ver la tele, tocar un poco la guitarra o bajar al bar a tomar unas cervezas.

-Y en contraste, ¿Cuál ha sido la anécdota más divertida que te ha pasado?

A mí me pareció alucinante una excursión por un río a través de la selva, subidos en una barca a motor, a lo largo del Cañón del Sumidero, en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Joder, vimos cocodrilos a 4 metros de nuestra barca, tomando el sol tranquilamente. De momentos divertidos ha habido cientos, tanto la banda como el equipo técnico somos fans del cachondeo y el jolgorio y continuamente estamos bromeando entre nosotros o a costa de alguien. El momento más divertido no lo puedo contar, jajajaja, pero Buenos Aires y Cancún están ahí rivalizando por el primer puesto.

-¿Qué tal os sentís en estos momentos como banda?

Terminamos la gira en buena forma, pero pienso que aún podemos hacerlo mucho mejor, la próxima gira va a ser clave para afianzarnos como banda, tenemos que ser todavía más una puta máquina de matar, no hemos tocado techo en absoluto, va a ser muy interesante volvernos a juntar y comprobar nuestra evolución musical. En lo personal seguimos nuestro particular idilio de todos con todos, un ejemplo, la verdad. Debería ser un derecho constitucional pasar unas horas con nosotros y ver la clase de pandilla molona que somos, estoy muy orgulloso y presumo de ser amigo de todos.

-En febrero aparecerá el sexto disco en solitario de Bunbury en estudio: “Las Consecuencias”. El disco lo grabasteis hace unos meses. ¿Qué piensas que supondrá la edición de este nuevo trabajo en la carrera de Enrique?

Para mí lo más importante es que confirmará que Enrique sigue en estado de gracia como compositor. No soy yo de los que les gusta hacer la pelota, pero es que no es normal el fajo de canciones que se ha vuelto a sacar de la manga, algo digno de admiración, unos textos que yo creo que son de lo mejor de su carrera, y esto es mucho decir. Lo fundamental es que el talento para escribir no se agote, esto le ha pasado a grandes estrellas, desde Michael Jackson a figuras de los ’70 que en los ’80 hicieron discos dudosos, por no hablar del capullo de Sting. Dije lo mismo en una entrevista anterior que me hiciste y a día de hoy me reafirmo en lo mismo: Enrique está atravesando el mejor momento de su carrera.

-¿Cómo ha sido la forma de trabajar las canciones de este disco?

Esta vez, a diferencia de Hellville, llegamos al estudio conociendo ya las canciones a través de unas demos. A partir de ahí atacamos el disco canción por canción, a partir de los acordes y la melodía de voz, construyéndola poco a poco, aportando cada instrumento lo estrictamente necesario, sin adornar demasiado como premisa fundamental. El resultado es algo realmente hermoso.

-¿Podremos veros de gira en la presentación de “Las Consecuencias”?

Hay rumores de que empezamos gira en abril, no?

-En todos estos viajes por diferentes países y ciudades me imagino que habréis descubierto rincones, bares o restaurantes llamativos. ¿Cuáles han sido tus favoritos?

Muchos, muchos, Antigua, en Guatemala, cada momento y minuto de San Francisco, Bogotá y Chiapas, el Bar Makena, en Buenos Aires, un porro de yerba en una playa del Caribe en Tulum, con una antigua ciudad Maya 20 metros detrás nuestro… He disfrutado tanto que incluso tengo buen recuerdo de mogollón de aeropuertos.

-¿Qué discos has escuchando durante la gira?

Le he metido una caña brutal al “Aviones” de Pereza, pienso que se les ha ido de las manos, algo muy serio, bonito y emocionante. Después me he vuelto a poner burraco perdido una vez más con el nuevo disco de los Black Crowes, “Before the Frost”, y no he parado de escuchar blues de Chicago, Muddy Waters y John Lee Hooker sobre todo. A los Beatles y los Stones me los he reservado para los momentos de farra, he seguido mi tradición de llegar al hotel después del show, servirme un Jack Daniels y poner a todo trapo “Exile On Main Street”, “Some Girls” o “Rubber Soul” mientras me preparo para la batalla.

-¿Habéis tenido tiempo de ir a otros conciertos? ¿A cuáles?

La verdad es que no hemos ido a ninguno, no hemos coincidido con ninguno digno de ver el tiempo que estábamos en cada ciudad.

-¿Algún capricho que hayas comprado en esta gira?

Capricho ninguno, la verdad, recuerdos para la familia y eso sí, pero poco más. Me reservo para Estados Unidos en Abril, algo de ropa o algún instrumento caerán fijo.

-Al final, para un hombre de mundo… ¿es muy exótico volver a casa?

Exótico resulta, es verdad, pero más que exótico es necesario.

-¿Qué les dirías a toda la gente que ha asistido a vuestros conciertos?

Grazie Mille.

-Y para terminar, ahora que se ha reeditado la discografía de Carrots, tu anterior banda, y que han regresado para realizar una gira de presentación, ¿no te apetecería unirte a ellos para algunos conciertos?

Mucho quieres tú saber, jajajaja… Ya veremos, de momento creo que Carrots no tiene más conciertos a la vista.

-Mil gracias!!!

Gracias a ti.

Más info: www.myspace.com/robertcastellanos

Entrevista: Juan Garrancho

Fotos: phandora

Categoría/s: Enrique Bunbury, Entrevistas

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