El ex líder de Héroes del Silencio ofreció anoche su versión más rockera en una actuación en la que no olvidó algunas de sus mejores canciones de sus primeros discos en solitario.
POR M. M. RUIZ Que Bunbury se sobra y se basta para figurar con letras de oro entre los mejores músicos del país sin necesidad de revival y operaciones retorno como la que en 2007 llevó a Héroes del Silencio a ofrecer diez únicos conciertos es algo que el músico maño revalida cada vez que se sube al escenario para defender su trabajo en solitario que, si bien sorprendió a sus fans incondicionales en el primer intento, ese ´Radical Sonora´ en el que las incursiones en la electrónica no convencieron a demasiados, ahora, tras cinco trabajos, es obvia la madurez alcanzada traducida en canciones memorables.
Ayer el aragonés errante, como el mismo se definió en una canción de 'El viaje a ninguna parte', su anterior album, se presentó cargado de nuevas canciones en el Coliseo de Atarfe, en un concierto de la gira de ´Hellville de Luxe´, publicado hace poco más de un mes y del que, lamentablemente, se habló más en un principio por un supuesto plagio de un par de versos de un desconocido -hasta este incidente- poeta llamado Pedro Casariego.
'El hombre delgado que no flaqueará jamás' es el verso en cuestión que Bunbury no tuvo la precaución de citar y por el que se le machacó por plagio. Pero menudeces a un lado, -nadie ha acusado a Sabina, por ejemplo, por no citar que 'Donde habite el olvido' es un verso de Cernuda- esta canción, que sonó anoche muy potente en este peculiar escenario atarfeño, es toda una declaración de intenciones, musicales y vitales.
Bunbury prometió mucho rock and roll con su renovada banda tras la disolución del Huracán Ambulante en 2005, tras una espantada achacable al cansancio de 500 conciertos. Y la nueva banda, compuesta por Álvaro Suite a las guitarras y la mandolina), Jordi Mena (guitarras, dobro, lap steele, banjo y mandolina), Robert Castellanos (bajo), Jorge ´Rebe´ Rebenaque (hammond, piano y acordeón) y Ramón Gacías a la batería y percusiones, el único músico que se mantiene de su antigua banda El Huracán Ambulante, empieza a sonar compacta y poderosa, como debe sonar una auténtica banda de rock.
Al principio de la gira hubo quien dudó de su solvencia ya que en algún que otro concierto como el que ofreció en Murcia alguno de los músicos no tuvo su mejor día. Pero estas cosas, cuando los músicos son de verdad, se arreglan con el obligado rodaje y antes del concierto de anoche en Granada los de Bunbury ya habían lidiado en algunas plazas de acá y allá.
El concierto arrancó como esperaban esos fans más incondicionales que ya han hecho antes algunos kilómetros para verle en otras actuaciones, con una canción que no pertenece a su nuevo álbum pero que dice mucho de lo que vendría después, ´El club de los imposibles´. En esa línea acelerada y rockanrrolera enganchó con otro de sus clásicos anteriores, ´La señorita hermafrodita´, una de las canciones más ´psicobilly´ de su repertorio.
Canciones conocidas. Hellville de Luxe´ comenzó a sonar en este momento, con unas canciones que aunque llevan poco tiempo editadas -por internet algo más, pues se filtró el disco semanas antes de que estuviera en la calle-, el público coreó como si las conociera de toda la vida. Así, tras ´Hay muy poca gente´, todo un canto a la amistad con el que Bunbury confía en que "nada puede dañarle con sus amigos", vino uno de los hits del disco, ´Bujías para el dolor´, con su pegadizo y, sobre todo, desconcertante estribillo en el que el cantante casi se encomienda a la patrona del mar, la Virgen del Carmen. Es muy curioso escuchar a un rockero, y a su legión de seguidores, corear un estribillo así, pero con Bunbury esta y otras cosas siempre son posibles.
Teatrero. El músico zaragozano no defraudó en cuanto a su puesta en escena, en la que hubo varios cambios de vestuario y, como no, las gesticulaciones que le caracterizan. Bunbury fue teatrero, como se esperaba, y parco en palabras entre canción y canción. No necesita, es evidente, decir demasiadas cosas fuera de las propias letras de las canciones para meterse al público en el bolsillo.
Del repertorio no quiso dejar fuera algunas de las canciones que le han acompañado en los últimos años, como ´El extranjero´, ´El viento a favor´ o ´Lady blue´. Esta última revisada para la gira en cuanto a su instrumentación y arreglos de una manera que la han dejado prácticamente irreconocible.
No faltó tampoco la única canción que de algún modo sirve de puente entre Bunbury y Héroes del silencio, paradójicamente una versión de un grupo maño de rockabilly llamado Más birras, ´Apuesta por el rock and roll´.
Fuente: La Opinión de Granada
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