28 septiembre 2012

Enrique Bunbury deleitó ayer a tres mil laguneros con un espectáculo lleno de rock, nostalgia y misticismo



El cantante y guitarrista Enrique Bunbury hizo vibrar a miles de seguidores que no pararon un solo momento de cantar cada tema que él interpretaba para todos los laguneros. Lo que se vivió anoche fue una cita bohemia donde Bunbury hizo recordar tanto las heridas de amor como los momentos felices.

El Coliseo Centenario, en punto de las 21:00 horas, fue el escenario que albergó al cantante español, donde el sonido de su nombre no terminó hasta verlo, ataviado con un traje negro con flamas fue como dio inicio con Llévame y El Solitario donde todos los asistentes esperaban impacientes y gritaban sin cesar "Enrique, Enrique".

"Hola Torreón, muchas gracias por venir es un placer estar en Torreón, venimos con algunas canciones cantineras, melancólicas y revolucionarias espero que el repertorio que hemos seleccionado para ustedes sea de su agrado", fueron las palabras del cantante seguido de Contar Contigo, que se abrió paso a una noche llena de luces y mucha entrega de Bunbury y donde no podía falta un gran público.

"Muchas gracias", mencionó, y fue así como sus seguidores atrapados en el mundo del "Licenciado Cantinas" escuchaban La Señorita Hermafrodita.

El exvocalista de Héroes del Silencio presentó a los músicos para dar pie a El Extranjero, que al término de la canción se puso cómodo, quitándose el saco, donde arrancó suspiros entre sus fanáticas para seguir con Ódiame la cual fue muy fuertemente coreada.

El sonido de guitarras eléctricas, percusiones y acordeón retumbó en el recinto, mientras que la potente voz y el estilo que caracteriza al español llevó al público a un sinfín de emociones. Después de El Anzuelo, sorprendió con su sombrero negro para entonar No Me Llames Cariño y demostrar su delgada figura y un recorrido por todo el escenario al son de la música.

"Una canción para los enemigos de la noche", menciono el cantante para interpretar Ánimas Que No Amanezcan y sus seguidores corearla y moverse de un lado a otro. Con Los habitantes y Sácame de Aquí, elogió al guitarrista y fue ovacionado por todos. Después de Que Tengas Suertecita, siguió El Día De Mi Suerte, y llegó para todos los fans el poder ver a su ídolo deleitando con su voz inigualable.

Pero el tema que prendió a todos fue Sí, donde la gente se paró de sus asientos y empezó a brincar sin parar y cantar la melodía. "Torreón con esta melodía nos despedimos, no sin antes presentar a mis músicos" comentó, donde la gente gritaba y pedía que no se fuera e interpretó El Hombre Delgado Que No Flaqueara Jamás.

Se apagaron las luces y como es costumbre, los fanáticos gritaban "Enrique, Enrique" para que regresara y cantara por última vez anoche.

Y Bunbury lo volvió hacer, regresó solo con un chaleco y su sombrero para agradecer a los laguneros y entonar Por Qué Las Cosas Cambian y al término de la canción le aventaron la bandera de México, la cual extendió.

Para finalizar la noche bohemia cantó El Tiempo De Las Cerezas, recordando a su amigo Nacho Vegas. Era tan grande la ovación del público por su ídolo, que no podía faltar Infinito y al final se hincó como sólo él lo sabe hacer.

Pero no todo estaba terminado por segunda ocasión el cantante regresó al escenario y cantó Bujías Para El Dolor.

Bunbury dijo unas palabras lamentando lo que sucedía tanto en Madrid como lo que está viviendo Torreón con la ola de violencia, para así interpretar Deshacer el mundo.

Quedó claro que con canciones nuevas y de antaño el español atrapó a sus fieles seguidores, quienes no olvidan y esperarán siempre su regreso a la Comarca Lagunera.

El público

Cerca de tres mil laguneros asistieron.

Se pudo observar que algunos seguidores vistieron camisas negras y la leyenda de 'Licenciado Cantinas'.
Entre los asistentes no sólo se veían jóvenes, sino que además había mujeres mayores y parejas muy enamoradas.


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