17 enero 2012

Enrique Bunbury - Licenciado Cantinas (OCESA, 2011)



Bunbury y su repaso por la música latinoamericana: Licenciado Cantinas

"Las penas se ahogan en licor" es una frase ambulante que existe desde que el mundo es mundo. Enrique Bunbury se sube a un pedestal junto a su banda (Los Santos Inocentes) y transita (otra vez) por el sendero sinuoso de las canciones borrachosas. "Licenciado Cantinas" más que un proyecto es una necesidad, una impresión en alto relieve de una de las grandes voces del rock en nuestro idioma. Es, además, un desfile de joyas latinoamericanas que por fin han sido rescatadas.

Desde el arranque con "El mar, el cielo y tú", de Agustín Lara, una pista instrumental que te hunde en la atmosfera vacilante del álbum, te involucras en esta sucesión de tributos envasados en rancheras, boleros, milongas, valses, sones y rocanroles. La voz del aragonés aparece filosa y guapeando junto a una cortina de acordeones, a cargo del legendario "Flaco" Jiménez en "Llévame", de Louie Ortega, pieza donde el ritmo y la pausa mantienen un 'groove' que explota en una jam session jazzera.

A continuación, un bolerazo dice presente en la versión del clásico "Mi sueño prohibido". La facilidad con la que Bunbury adapta cada canción a su mundo es algo destacable. Es notable, asimismo, el trabajo hecho en "Ódiame"; esa joya de la música peruana conserva el clima inconsolable gracias a un poderoso órgano Hammond y algunos acordeones. "El día de mi suerte", de Willie Colón y Héctor Lavoe, le debe tanto a los Fabulosos Cadillacs que emociona. El vértigo de un cover para una de las grandes canciones de la salsa dura.
"Chacarera de un triste" se transforma en un rock and roll caribeño -si acaso puede existir tal cosa-, una traducción brillante de un auténtico lamento arañado con guitarras y sintetizadores. Atahualpa Yupanqui es venerado en los 5.30 minutos de "El cielo está dentro de mí", probablemente la mejor versión del "Licenciado Cantinas"; un blues solemne y profundo que se sostiene gracias a los impresionantes versos del compositor argentino.

En este trabajo concebido como una obra cinematográfica (Bunbury presentará un cortometraje con estos temas como banda sonora) encuentras una canción para cada pena, los desamores, las traiciones y los sueños rotos. El camino que viene labrando Enrique Bunbury desde su aventura en solitario sigue manteniendo la dignidad y consigue mirar por encima del hombro a algunos de sus colegas. Aplausos para esta placa que corona al español como el nuevo Rey de las Cantinas.

Texto |  Arturo Puescas
Fuente | terra.com.pe


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