21 septiembre 2011

Raphael: ‘A medio plazo haré disco y gira con Bunbury’


El resumen de 68 años de vida vale más hacerlo en cifras: 52 álbumes, nueve películas, un musical, una teleserie que le homenajea o un disco de uranio por 50 millones de copias vendidas (sólo lo tienen en el mundo Michael Jackson y Queen). En el plano personal, ya saben que aquí Raphael es leyenda, por repertorio, tronío y ademanes. Por personaje, en fin, así que hablar con él es lujazo.

“Voy corriendo, como siempre”, me dice afable y agradecido antes de darle al rec, y a fe que el mito jienense parece un vendaval, como si aquel hígado que le salvó la vida en 2003 le hubiera transmitido una fuerza sobrenatural de no se sabe muy bien dónde. Por primera vez en mucho tiempo, estoy nervioso antes de empezar. Se me pasa rápido. Ahora pienso en esa prórroga fulgurante y larga que vive y en los versos de ‘Desmejorado’ y ‘Ahora’, retratos contemporáneos de su resurgir vigoroso.

Más de 50 discos editados, casi cinco décadas de carreras y ahí sigue, con una nueva gira.

La gira va estupendamente, viento en popa. Es una de las giras más espectaculares que he hecho ¡y mira que he hecho! Está siendo impresionante.

¿Qué tiene de especial?

Los llenazos en todos los sitios… El concierto en sí es especial porque reúne casi toda mi historia y hago un homenaje al continente americano, con los tangos, los boleros y las rancheras. Es un concierto muy completo. Necesitas una versatilidad muy grande. A la gente le gusta muchísimo.

Y un gran derroche físico.

Bastante, sí, pero estoy muy bien. Hace siglos que no estaba tan bien.

¿En qué momento está la vida y la carrera de Raphael?

Estoy empezando el mejor momento de mi vida. Lo que viene detrás va a ser todavía igual o mejor. Estoy ilusionado, con muchas ganas, muy fuerte. Lo mío es un milagro.

Disfrutando de esta segunda vida.

Aunque yo estoy trasplantado desde hace ocho años y medio, cada vez estoy mejor. Año a año voy estando mejor todavía. Es una cosa tremenda sentirse así y proyectar así, que el público te vea tan fuerte, tan brillante y dando la cara de esa manera tan de frente, sin ningún truco. Es muy bonito que te pase eso a estas alturas del partido.

Hasta el punto de llegar a cantar, a ratos, sin micro.

Sí, lo hago normalmente, pero no por hacer un alarde. Como cuando yo empecé, hace ya algún tiempo, los micros eran tan malos, tenía la costumbre de apartarme y cantar sin ellos. Entonces sigo con esas manías. Me resulta más cómodo cantar sin micrófono. Y la gente lo agradece muchísimo, claro.

¿La retirada se ve como algo cercano, lejano o ni se contempla?

¿La qué? ¿Qué es eso?

¿Ni se valora?

Hablando en serio, soy consciente de que algún día tendré que dejarlo pero ese día está lejos, muy lejos. Cuando lo deje indudablemente no voy a hacer gira de despedida porque me daría mucha pena. Yo me iré de vacaciones, largas, muy largas, y ya está. Punto. Pero todo eso es a muy largo plazo.

¿En cuántos idiomas ha cantado?

Canto bastante bien en español. Lo demás lo he hecho siempre llevado por las circunstancias, porque tenía que hacerlo. Soy andaluz de nacimiento y siento mucho el idioma que yo canto. He cantado en inglés, japonés, italiano, alemán, bastante bien, creo que el mejor de todos. No canté en ruso, cosa extraña, porque voy mucho a Rusia. Lo último que he hecho ha sido cantar en catalán para ‘La Marató’.

¿Qué tal la experiencia?

No me ha salido nada mal.

¿Cuántos duetos ha hecho?

¡Todos! (risas). Ya no me queda ninguno por hacer. Alguno quedará por ahí. Estoy un poco saturado de duetos. De momento, nada.

¿Con quién le gustaría cantar?

Nunca he dejado de hacer aquello que me he propuesto. Con todos lo he hecho, con Serrat, Sabina, Bunbury… y porque ellos han querido hacerlo también, claro. Si no, mala cosa hubiese sido. ¡Hasta con Montserrat Caballé!


¿Qué significa Bunbury en su recuperación?

Bunbury es un grandísimo amigo mío, muy querido, y además me escribe unas cosas estupendas. Quizás próximamente demos una buena sorpresa al público. Pero no es inmediato.

Hay fans que piden un disco un conjunto.

Yo lo llevaría más para allá: disco y gira. De momento no puede ser por nuestros compromisos. Pero sí, podrá ser a medio plazo. ¡Antes de mis vacaciones seguro!

¿Qué supone tener un disco de uranio?

Ya le perdí la vista porque está en el museo de Linares. Ni siquiera lo veo. Es un gran aliciente por lo que eso quiere decir. Los premios, amigo mío, no son más que la voluntad de la gente, que te vota o te compra tus discos. El público te da todo eso. Yo decidí que el disco de uranio debía estar en un museo para que el público lo disfrute, porque en definitivo todo eso es suyo.

¿Cómo se llevan las críticas?

Muy bien. Siempre las he llevado muy bien. Es sólo la opinión de un señor contra la mía. Nada más. Algunas se acercan más a mi forma de ver las cosas y otras se alejan. Pero son muy respetables, por supuesto.

¿Y las imitaciones?

Nunca se imita a aquello que no se admira mucho.

¿Cuál es la canción más bonita que ha cantado?

¡Uff!, es que son tantas… Una de las más antiguas, mía, que se llama ‘Desde aquel día’. Para mí es ejemplo de muchas cosas. Sólo con cuatro notas se puede hacer mucha belleza.

Fuente | La Inercia

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