06 mayo 2010

El regreso de un hombre de mundo a su hogar siempre es exótico

El House of Blues de Dallas tendrá en concierto al músico español Enrique Bunbury.

El lugar estará a su total capacidad, según mi opinión, por dos razones: será la primera visita a nuestra ciudad del cantautor zaragozano, y conociendo la ciudad como este servidor la conoce, saldrán todos los rockeros, y los fresas, y los seudo-rockeros y los fresas want a be, y los que no se consideran de un bando en especial, además de los fieles y notados fanáticos de corazón, que disco a disco están contemplando a su ídolo. Todos saldrán a vivir un verdadero concierto y espectáculo de rock y ver al ex vocalista de Héroes del Silencio en acción, y sus recientes consecuencias musicales.

El rock en español encontró en Enrique Bunbury, un cantautor con los requisitos básicos y mágicos, para pasar a la historia de la música hecha durante las dos últimas décadas del siglo y milenio pasado y la primera década de nuestro presente. Llega a los Estados Unidos para establecerse un tiempo, no se sabe cuánto, pero al menos dará 21 conciertos por las principales plazas en donde el castellano se afincado con fuertes raíces. En Dallas nos toca el 28 de abril, y la cita es a las 8pm en el House of Blues.

Su nuevo material musical se titula ‘Las Consecuencias’, el cual salió a la venta el 9 de marzo pasado en todo Estados Unidos. Y tuvimos la grata fortuna de entrevistarlo y aquí, en Xüe Magazine, publicaremos todas las preguntas y sus relativas respuestas, tal cual fueron mal cuestionadas y bien respondidas. Disfruten las consecuencias de este acto post-punk-poético-pirata de este servidor, añejado como si fuera una deliciosa cerveza bohemia bien helada.

"Todo acto tiene sus consecuencias.
A cada acción, le sigue una reacción"

Xüe Magazine: Estas consecuencias de las que hablas en tu nuevo disco, ¿acaso desilusiones o qué serían para ti como artista, y en el sentido de las letras y la música del nuevo material que nos presentas?
Enrique Bunbury: Todo acto tiene sus consecuencias. A cada acción, le sigue una reacción. Personalmente, creo que este es un disco que no podría haber llegado a realizar sin haber cubierto mis etapas anteriores: la actual, con mi banda, que se inicia con “El Tiempo de las Cerezas”, continúa con “Hellville de Luxe” y cierra el ciclo con “Las Consecuencias”. También fue necesario mi primer período solista, de investigación y búsqueda de una lengua propia: desde “Pequeño” al “Viaje a Ninguna Parte”. Y si nos remontamos, toda la época de aprendizaje con Héroes del Silencio. Este era un disco necesario para mí, un disco en el que profundizar en el lado oscuro, sin temor, pero con la determinación por resolver determinados conflictos, de una vez por todas.

XM: Comentas que te gusta el silencio, el mar y el desierto, ¿es en la desnudez que nos brindan esos dos mangares de la naturaleza en donde escribiste este disco?
EB: Pienso que tanto el desierto como el mar te ofrecen un horizonte infinito por dibujar, para dejar vagar la imaginación. Son un lienzo en blanco, un texto por escribir, una guitarra deseando que alguien la afine. Escribí una parte de este álbum en El Puerto de Santa María, en el sur de España, mirando el mar. La otra, en Marruecos, un país que me apasiona y no me canso nunca de visitar, muy inspirador y literario.

XM: Se sabe que ahora vas a radicar en Los Ángeles, California, tal vez el tema del inmigrante y extranjero golpee y trastoque de nuevo la placidez del silencio que brindan los parajes naturales, ¿cuál es tu postura en cuanto al tráfico de migrantes que cada día se intensifica mas, y que no se ve una tregua para el futuro?
EB: Es un tema al que soy muy sensible. Principalmente por mi condición de viajero y nómada. Ya escribí hace un tiempo una canción para el disco “Pequeño” que se llamaba “El Extranjero”. No es un tema fácil para los legisladores, seguramente. Por un lado, la gente que tiene dificultades para encontrar trabajo y alimentar y cuidar de su familia dignamente en sus países de origen, es lógico y normal que emigren al país vecino con una situación económica mejor. Por otro lado, el país receptor debería asegurar unos derechos básicos a todos sus ciudadanos: educación, sanidad y techo. ¿Soy demasiado utópico? Seguro que sí. Ambos lados quieren exigir y pocas veces ceder en determinadas posturas. El lugar de encuentro, siempre es el más difícil de hallar.

XM: Es una constante encontrar señales, a veces muy vívidas, otras más entrelazadas, pero la literatura es algo muy intimo en tu voz como cantautor, ¿Qué ha significado para ti la poesía, y la entera literatura universal?
EB: Las lecturas, así como las vivencias, el cine y las referencias a otros músicos anteriores a mí, son una constante en mis canciones. No parto de la nada. Los libros que leí en cada momento, la filosofía o los intereses de cada período, fueron los pilares sobre los que construí los cimientos de cada uno de mis discos. Es cierto que rastreando mis canciones, se pueden rescatar de entrelíneas, los pensadores, los poetas o los cineastas que me estaban entusiasmando en cada momento. Lo reconozco, soy hijo de mi tiempo y de mi herencia cultural.

XM: Hablas de una responsabilidad hacia la compañía de discos, de tu equipo de trabajo, tus músicos, pero también está la fama, el dinero, las mujeres, el famoso sexo, drogas y rock and roll, ¿cómo encuentras el equilibrio?
EB: Ya, ¿qué difícil verdad? (risas). Hay que hacerlo. Hay que encontrar el equilibrio. Porque una cosa es querer vivir el rockanrol, la bohemia, el lado artístico de la vida… pero, para mí, es importante que la gente que viaja conmigo, en el mismo barco, puedan pagar sus casas, un vestido bonito para sus mujeres, que puedan disfrutar de unas merecidas vacaciones… y, sí, siento responsabilidad hacia mi equipo. Quizás por eso llevo veinticuatro años con la misma discográfica, mis técnicos llevan una media de diez años conmigo, con “Héroes del Silencio” estuve doce años, con el “Huracán Ambulante” ocho y con mi actual banda ya cinco. Soy una persona muy fiel y cuidadosa con mi gente. Intento no defraudar. Sé que no hay nada para siempre; pero, mientras dure, hagámoslo bien. Y que quede claro que me gusta mucho la fiesta, el tequila y el rockanrol, hay momentos para todo.

XM: En los sentimientos más oscuros de un ser humano, a veces tenemos que ser el verdugo de nuestros propios dragones y demonios, ¿cuántas batallas tuviste que enfrentar al realizar este disco?
EB: La mayoría de las batallas ya las había vivido previamente. Sabía de lo que hablaba cuando cantaba determinadas cosas. Pero eso no significa que las cantara en tiempo presente, afortunadamente.

XM: Para un artista de cualquier disciplina de las bellas artes, la constante búsqueda por encontrar el cenit o el nirvana o lo que sea que este deseando encontrar lo tiene ocupado. Como artista, ¿qué es lo que buscas, hasta donde quieres llegar?
EB: Lennon decía que la vida era lo que ocurría mientras tú estabas distraído haciendo otros planes. Intento que no me distraigan demasiado los planes. Ya sabes, “vive el momento”. En realidad, mi meta, es el camino, y estoy en ello.

XM: Además de la música, ¿a qué otra cosa le entregas la misma pasión?
EB: El submarinismo, la cocina, la lectura, la navegación,… No sé, seguro que me olvido algo muy importante. Si ahora mismo pudiera teletransportarme y aparecer en algún lugar del mundo, que no sea haciendo esta entrevista, seguramente, elegiría aparecer en Costa Rica, en la Isla del Coco, buceando con el tiburón martillo. Pero, es lo primero que se me ha ocurrido, porque me ronda la cabeza desde hace unos meses.

XM: Para el caso de la extrema piratería que se vive, principalmente en América Latina, ¿cuál sería tu postura?
EB: Creo que el Internet es, a la vez, la solución y el problema. Entiendo que hay una generación-puente que, todavía, tiene la obsesión por poseer la música, pero que no le importa el formato y, compulsivamente, dedica horas y gigas de su disco duro a las descargas ilegales. Pero, a la vez, también creo que, en el streaming y en el mobileme, encontraremos un reducto donde generaciones futuras, se olvidarán, quizás, hasta de poseer un disco duro y, simplemente, con enlaces a través de su ordenador o de su teléfono móvil o del GPS del carro, se conecten a su mobileme, (que no deja de ser un disco duro con tu material en el ciberespacio) y, entonces, ¿quién se querrá bajar legal o ilegalmente nada? Esto que estoy diciendo, no sólo lo pienso yo. El problema lo tenemos ahora, pero no lo tendremos en dos, tres, cuatro o cinco años. El formato físico deberá quedarse únicamente para fetichistas y coleccionistas, -como yo-, y bajarse canciones, álbumes y discografías, legal o ilegalmente, será considerado una pérdida de tiempo.

XM: ¿Cuántas veces te ha vuelto loco una mujer?
EB: Lo que importa es quién me ayudo a recuperar la cordura”

XM: Muchas gracias por tu tiempo.

Termina Bunbury la entrevista, con ese dejo de esperanza que siempre podemos encontrar en sus temas, a veces con finales abiertos, al mejor estilo de cualquier cinta de Stanley Kubrick.

Por Josh Gavin, Fotografía Jose Girl


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