08 febrero 2010

Crónicas de The Raveonettes (Zaragoza 04.02.10) y Vibrants (Zaragoza 06.02.10) por Octavio Gómez Milián

Crónica concierto The Raveonettes en la Sala Oasis (Zaragoza) Jueves 4 de Febrero 2010

Por desgracia me perdí a los teloneros, los zaragozanos Mister Hyde (que presentaban temas nuevos y siguen en la estela bailable que los puede hacer grandes en muy pocos meses) y los Black Box Revelation, en esta Zaragoza que desborda con su programación de directos y salas uno intenta llegar a lo que puede, lo menos tarde posible... de todas maneras una sala Oasis repleta de público (una labor loable y arriesgada la que están realizando desde hace años desde Antípodas Producciones, jugándosela con una serie de bandas me alto potencial artístico frente al difícil público zaragozano) llevaba unos pocos minutos degustando a la banda danesa The Raveonettes. Una enérgica luz blanca cubría el escenario, reventado de electricidad y actitud los oídos de los fans congregados allí. Si el batería de la banda toca de pie ya es buena señal, si la actitud de Sune Rose Wagner como vocalista te hace desear montar una banda de rock es la señal definitiva. The Raveonettes mezclan todos los ingredientes y especias que hacen de la música el estadio previo a los sueños, masacran tu corazón con guitarrazos, hacen que tu cuerpo parpadee a través del minimalismo de las percusiones que patentó Moe Tucker con la Velvet Underground, son capaces de convertir el ruido que reverbera de los amplificadores en la razón por la que uno vive. Tocaron canciones recientes como Dead Sound, Bang, Break Up Girls... fueron un remedo nórdico de los Cramps con el Attack of the ghost Riders, hipnotizaron a los presentes a base de panderetas y bajos afilados en Break Up Girls, sé que nunca olvidaré Aly Walk with me, fueron tan sucios como una banda de rock debe de ser con Love in a trashcan y depuraron la máquina de hits con Last Dance. Pongan a Blondie y a los Jesus and Mary Chain más melódicos y bébase rápido, mientras te ponen el siguiente trago, en una noche de Febrero en Zaragoza. Me gustaron los Raveonettes, mucho...me hicieron bailar, traté de acoplar mis miserias a su ritmo privado, recordé por qué me había metido en el negocio. Le susurré en el oído a una chica: ¿Sabes? Es por esto que mañana seremos leyenda.

Texto: Octavio Gómez Milián (http://leocamaleon.blogspot.com)

Foto: Gustaff Choos (www.gustaffroom.com)




The Vibrants. Lata de Bombillas. Sábado 6 de Febrero 2010

Yo sigo creyendo en el rockandroll, ese concepto tan amplio que va desde The Raveonettes a Joe Bataan pasando por Bruno Lomas. Degusto todos los platos, todas las referencias, trato de vivir según sus cánones... y uno de mis favoritos es el más clásico, el que mezcla surf, garage español y clásicos, el que no usa pedaleras extrañas, ni programa ritmos inhumanos con la frialdad de las máquinas, áquel que sólo exige un poco de gusto al cantar, guitarra rítmica, solista y una buena sección rítmica. Y de eso pudimos ver mucho y muy bueno el pasado sábado en la Lata de Bombillas, los Vibrants volvían a tocar en directo en Zaragoza y eso siempre es señal de diversión. Un público variado, rockers, punks, modernas, mods y fans del bugalú se apelotonaban frente al escenario iluminado bajo las bombillas, donde un Chiquito de la Calzada en cartoné sostenía la portada del segundo LP de los zaragozanos, Dance with the Vibrants. Escrupulosos en el vestir, traje, corbata, zapatos perfectamente lustrosos, Sergio Joven (voz y guitarra), Manuel Viñuendas (guitarra y presentaciones) y Enrique Moreno (batería) acompañados de su nueva incorpación al bajo suben y comienzan a descargar su habitual batería de versiones, instrumentales y temas propios. A veces uno va a los conciertos con la intención de escribir posteriormente alguna sesuda crónica y termina no enterándose de casi nada (el nombre del nuevo bajista o la lista de las canciones que tocan) porque se pone a bailar y allí se acaba todo. Sé que revisaron a Duane Eddy, a Roy Orbison, a Elvis Presley, tocaron The Gran Vía Rocker, adaptaron el Salvaje de Johnny O´Keffe, miraron a los Mustangs para darle otra vuelta a twist y cantaron loas al Rey de los Surfers de los Trahsmen vía los Locos del Ritmo... e invitaron a subir a Borja Téllez, vocalista de los Faith Keepers zaragozanos, que en una explosión de actitud y voz se cantó con ellos dos temas de Chuck Berry: No particular place to go y Too much monkey businness que nos dejó a todos con la boca abierta. Dance with the Vibrants...poco más que decir...bueno, que la edición en vinilo es preciosa.

Texto: Octavio Gómez Milián (http://leocamaleon.blogspot.com)


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