
Y es que si bien sigue siendo conocido a nivel mundial por su rol como cantante en la citada banda, este español lleva ya doce años como solista, y ha grabado más discos así que los que hizo con el grupo.
Eso es algo que pareció entender la mayoría de los fanáticos que se reunieron el miércoles pasado en el Teatro Nokia y que celebraron con mucho entusiasmo la actuación, en la que se incluyó sólo un tema de los añorados Héroes: "La herida".
Como solista, Bunbury es menos explosivo, pero mucho más versátil que su vieja banda; no ha dejado de llevar el atuendo rockero que lo caracterizó siempre (y que sigue recordando a Jim Morrison), pero adopta frecuentemente senderos más introspectivos, pasajes más acústicos y ritmos menos frenéticos.

Pero el vocalista empezó pronto a cambiar de ritmo para desgranar piezas más atmosféricas y lentas, como "Doscientos huesos y un collar de calaveras" (donde uno de sus músicos se desprendió de la guitarra eléctrica para encargarse de la mandolina), o para asumir una tendencia folclórica y balcánica a través de una vibrante versión de "El extranjero" que incluyó acordeón, ukulele y contrabajo.
A lo largo del concierto, Bunbury -que tocó la guitarra acústica- demostró que también le da cabida a temas inspirados en el bolero y en la ranchera, como lo atestiguaron "Sácame de aquí" e "Infinito", un par de composiciones que, además de probar su estrecha relación con el país vecino, son dos las más aclamadas por la audiencia mexicana.
Pero el interés cultural del cantante y creador no se limita a una sola región, ya que el mismo show le sirvió también para presentar "Canto (el mismo dolor)" -una pieza inspirada en la música costeña del Perú- y lo hizo recurrir a arreglos instrumentales que remitían frecuentemente a sonidos provenientes del tango, del cabaret francés y de otras escuelas menos discernibles.

Por el lado rockero, el mismo cantautor se inclinó mayormente hacia las influencias psicodélicas que se han plasmado en varios de sus trabajos como solista, recordando a Pink Floyd en algunos de los pasajes instrumentales del excelente corte "Alicia" y rindiéndole tributo a David Bowie en "Lady Blue", una composición completamente metida en la onda espacial del citado británico durante su etapa como Ziggy Stardust.
En todo caso, el zaragozano -que tiene una personalidad impetuosa y no suele llevarse bien con la prensa comercial- no quiso probarle nada a nadie, ya que concluyó su notable presentación con "Si no fuera por ti", un llamativo surco de marcado acento rockero, con un estilo muy anglosajón y ninguna tendencia latina.
Texto, fotos y fuente: Sergio Burstein. Colaborador HOY/Los Angeles
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