07 octubre 2009

Entrevista a Juanma Bajo Ulloa

«Esta película habla de lo que para mí es el éxito humano»

El cineasta alavés, Concha de Oro en 1991 con 'Alas de mariposa', llega con un documental sobre la vida del grupo

ENRIQUE MINGO

Con su primer largo, Alas de mariposa, ganó la Concha de oro en 1991. Luego firmó películas de éxito comercial como Airbag. Hacer notoria su independencia, tanto a la hora de crear como de opinar sobre cualquier cuestión, le ha hecho «pagar un peaje» que siempre tuvo asumido. En esta edición llega al Zinemaldia con Historia de un grupo de rock -que será presentada en la sección Made in Spain-, un emotivo documenttal que recoge la esencia de los 25 años de vida del grupo de rock maño Distrito 14. En la entrevista le acompaña el cantante y compositor del grupo, Mariano Casanova, quien se considera feliz por lo que ha conseguido reflejar Bajo Ulloa.

- ¿Cómo surgió la idea del filme?
- El grupo zaragozano Distrito 14 decidió decir adios tras 25 años en la escena del rock. Para esa despedida querían preparar un concierto en el que interviniesen todos los músicos y personas que habían sido protagonistas en algún momento de su historia y querían que yo lo filmase. A través de Gorka Aginagalde, un amigo común, nos pusimos en contacto y asi surgió.

- Pero usted nunca había trabajado el documental.
- Efectivamente. No sabía muy bien cómo hacer un documental sobre un grupo que apenas conocía. Sólo les vi una vez teloneando a David Bowie.

- ¿Entonces, por qué aceptó?
- Por mi carácter siempre estoy abierto a cosas nuevas. Y esto era algo novedoso para mí. Y sobre todo, me decidí tras la primera conversación con ellos, en Vitoria.

- ¿Qué le contaron que fuera tan convincente?
- Contándome su historia descubro que no es un grupo al uso. Ellos no quieren ser estrellas, no son el tópico. Es algo más tremendo. Es una gente que ha estado 25 años en la carretera trabajando por amor a un sueño, con mucho sufrimiento y también con mucha alegría. Me doy cuenta que eso representa el éxito verdadero, no ese ligado a la fama y las grandes cifras de ventas, sino el éxito que no se cuenta en las películas: lo que para mí es el éxito humano. Ellos han cumplido un sueño y lo dejan cuando deciden, sin que nadie ni nada les eche. Con total independencia porque, encima, entre ellos se llevan genial y se encontraban en su mejor momento musical.

- ¿Cómo planificó el trabajo?
- Primero fui a grabar ese último concierto con sus ensayos y preludios. Fue ese concierto lo que me transmitió una emoción increible. Lo que se sugiere cuando van subiendo compañeros, músicos, amigos... es la última vez de cada una de esas canciones con toda la vida que hay detrás. Es una emoción tan cinematográfica y tan extraordinaria que tenía que contárselo al público y, para ello, tenía que informarle antes de lo que había ocurrido en esos 25 años de vida de Distrito 14. En definitiva, lo que muestro en esta película no es más que el sueño de unos adolescentes por ser rockeros.

- ¿Se identificó con esta historia?
- Sí. De alguna manera me vi muy reflejado en ella. Cuando pasamos la película en Vitoria, mi madre comentaba que esta «era la historia de nuestra vida». Ellos toman una decisión con la que yo me siento identificado.

- ¿Qué siente un director que ha sido Concha de Oro al venir al festival donostiarra con una produción humilde como esta?
- Yo no hago diferencias entre los proyectos. Eso lo hace el público o los medios. Por lo que a mi respecta, mi ilusión siempre fue contar historias, empece con mi hermano Eduardo y una cámara Super 8. Parece que lo que hacía gustaba. Me premiaron en certámenes y he rodado desde entonces. Hoy sigo en lo que me gusta y encima hay gente que me aplaude e incluso me paga... me siento recompensado y muy afortunado.

- ¿Pero es consciente de que haber sido tan crítico con ciertos estamentos le ha traído problemas?
- Por el camino yo he ido tomando decisiones, entre ellas, la de no plegarme a ciertas exigencias comerciales. Sé que esa decisión me va a hacer pagar un peaje. Yo lo asumo, otra cosa es que me parezca bien o mal. Yo sigo diciendo lo que pienso, otra cosa es que ya no haya micrófonos abiertos a cierto tipo de críticas, pero yo sigo haciendo y diciendo lo que siento.

Fuente: diariovasco.com


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