Ha pasado ya más de una semana desde el concierto en Lima, y recordar ese momento es casi imposible sin mezclar escenas de mi vida con él, cada canción cada sensación, una mezcla un coctel de escenas que viví, que no viví, recuerdos y demás… ha pasado ya una semana del concierto y aun puedo sentir su voz en mi oídos y en los ojos unas fotos desde lejos, quizá no tenga ninguna con él, ni tampoco un cruce de miradas en una canción, solo me queda lo que con recelo no guardaré, lo que tengo que contar, mi alegría y mi tristeza.
Las horas se hicieron largas desde la partida a Lima, más de doce horas de viaje incomodo mirando la carretera en medio de la noche, algunas cruces como tatuajes y la luna menguada como una sonrisa malévola, mientras corría en la tv una mala película. Recordé pues los últimos meses desde la alegría que me causo saber que Bunbury llegaría a Perú como sede de un concierto, las peripecias al intentar conseguir lo necesario para el viaje y el concierto, la tristeza que sentí en un momento de resignación, los sacrificios y las noches sin dormir, se transformaban en buenos recuerdos que acompañarían a lo que sin duda seria el auge de toda esta carrera, toda esta aventura…Me sentí solo de una manera especial, mi aventura la viví solo, las pesadillas las lloré solo, mientras a lo lejos muchos se alegraban por mí. Por fin a menos de unas horas volví a ser el mismo, con la hipocresía al mundo que me caracterizaba… una ciudad que no me recibía bien, gente alrededor que me miraba como una presa a la cual devorar, mientras mi insolencia los provocaba aun más, en fin… era un extranjero más..
EN AQUELLA PATRIA LA QUE LLAMAN LIMA
Con la entrada por fin en mi poder sólo me quedaba esperar la hora indicada, en mi carrera hacia el estadio casualmente sonó en mis oídos, Have you ever seen the rain? Con un pequeño momento de luz solar a su vez causo una gran sonrisa de felicidad por fin podría ver a Bunbury en un escenario ya no sólo en fotos o en la tv. Desde las dos de la tarde comenzó la espera para mí, algunos estaban en vigilia por un par de días, por suerte -o quizás mala- las puertas del estadio estuvieron vacías (solo unos 40 fanáticos fieles esperando) así que estaba contento pues tendría un buen lugar. La espera se hizo larga, pero el clima estaba a favor, un cielo nublado nos cubría del sol, desde las afueras solo se podía apreciar un escenario negro con algunos toques rojos, -lo único hasta ese momento cierto de las extravagancias anunciadas- alrededor de las cinco de la tarde un pequeño bus trajo a los músicos para la prueba de sonido, que paso ante la mirada confundida y desatenta de los fans; sin duda el concierto estaba más cerca… a los pocos minutos empezaron a sonar la guitarras en todo el ambiente, el sonido era muy bueno y prometía una noche extraordinaria, pero solo fueron los instrumentos y los coros los que se oían al parecer Bunbury no había llegado con ellos, fue a casi una hora de la prueba de sonido –alrededor de las seis de la tarde, 3 horas antes del concierto las cuales Bunbury siempre ha gustado de estar en el reciento en el cual tocara- que todos estuvimos atentos a su llegada, mientras en el ambiente sonaba “Contar contigo” una voz se coló entre el cantico de los que esperábamos, era él, Bunbury, por fin estaba ya con nosotros, para sorpresa nuestra y alegría , su voz fue recibida entre aplausos y voces que sonaban con más entusiasmo en la canción, siguieron después "No fue bueno pero fue lo mejor" y "El club de los imposibles", una pequeña probada de lo que nos esperaba más tarde. Las puertas por fin se abrieron alrededor de las 6.30pm y la carrera por un buen sitio empezó, poco a poco la gente se abalanza, una carrera en algunos frenética…por fin frente al escenario solo quedaba esperar a que dieran las 9pm; sonaba un rock de los 50’s, 60’s de los cuales solo reconocí a Elvis Presley y Bill Haley and his comets. A pocos minutos de la hora acordada el publico ya no podía esperar y ya empezaban a corear ¡Enrique… Enrique! , por fin el ambiente se oscureció por un momento siluetas en el escenario nos decían que es espectáculo iba a comenzar… las luces se encendieron y las guitarras comenzaban a sonar, eran las 9.06pm por fin había comenzado, un saludo por parte de los músicos y una introducción brutal, cargada de energía a lo que sería un concierto inolvidable, a las 9.11pm por fin Bunbury aparecía en el escenario y 15 años de espera por fin terminaron…
¡Hola cabrones! Fue el saludo a un público eufórico, luego de unas palabras hacia este “Bendito país” por fin Bunbury y el Perú se quitaron la espina del costado, y una noche que mas que Hellville de luxe fue una noche de “rock and roll Inca”, una noche que recorrió parte de toda su carrera, Héroes del silencio, Radical sonora, Pequeño, Flamingos y El viaje a ninguna parte del cual escogió canciones con sabor patrio “El rescate” llena de buenos recuerdos y “Canto (el mismo dolor)” como parte de la despedida. Recordar el listado de canciones no viene al caso, pero si hay que resaltar la gran introducción de Jordi Mena a “Sácame de aquí” y la presentación al maestro del acordeón trujillano Jorge Rebenaque. Sin duda la química en el escenario era estupenda, un espíritu muy roquero y la vez cabaretero, sin duda la combinación perfecta para la gira.
Fueron poco más de dos horas lo que duro el concierto en las cuales Bunbury demostró gran dominio del escenario y un variado armario, un concierto que como ya dije fue un recorrido a toda su carrera que tras 15 años de ausencia se convirtió en una mezcla de presente y pasado, canciones que el publico peruano merecía oír en vivo y "La chispa adecuada" fue el cierre con broche de oro; después de este concierto para la memoria sólo nos queda disfrutar de un escenario vacío aún con sabor a gloria…y de las consecuencias que podamos vivir…
Texto y fotos: Jesús Daniel Fernández Rivera (JesusDelVino)
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