El cadáver exquisito

Buitres de todas clases. Pero bajo una definición común. La propia de su especie. El carroñismo. No deja de sorprender que los medios "musicales" de este país estén disfrutando tanto a cuenta del presunto plagio de Enrique Bunbury. Son ya tantos los encomiables ejemplos de voracidad y hambruna "periodística", que desde Bunburyclub queremos poner de manifiesto nuestra total disconformidad con la actitud amarillista de la prensa de este país.

No vamos siquiera a entrar a discutir si el hecho se trata o no de plagio, que para eso están los Tribunales y el propio artista ha señalado con un dedo la dirección que deben de tomar aquellos que acusan con un verbo tan débil. Ni siquiera queremos dar o quitar razones a la familia Casariego ni a la propia prensa ni al propio Enrique Bunbury.

Queremos y debemos discernir acerca del linchamiento generalizado que en estos días observamos con estupor aquellos que hemos seguido la trayectoria artística del zaragozano. Creo que a nadie sorprenderá, que vengan a contarnos (a estas alturas) milongas sobre las influencias literarias de Enrique y que éste ha puesto de manifiesto en numerosísimas ocasiones. Que no venga ahora ningún confidencial a vender por entregas de donde salen algunas de las letras de Enrique. ¡Que lo sabemos hombre! Gracias a eso muchos de nosotros hemos metido las narices en la obra de muchos poetas, músicos, pintores... Si Bunbury ha hecho algo siempre, ha sido enriquecernos a todos aquellos que seguimos su obra, sabiendo siempre que detrás de cada disco subyacen numerosísimas influencias. De hecho ha venído siendo un clásico que las webs relacionadas con Enrique tuvieran una sección dedicado a ello.

A nadie se le escapará que detrás de Hellville de Luxe lucen a lo lejos las películas de terror de Rob Zombie, la propia poesía de Casariego,... pero seguro que si se es capaz de bucear ampliamente en los surcos de su nuevo disco descubriremos mucho más tras él. Y no nos sorprenderá. Y no pensaremos que es plagio. Como a nadie se le ocurrió pensar que el Freak Show era un plagio de Rolling Thunder Revue, pero eramos conscientes de que el influjo dylaniano en la época de "El viaje a ninguna parte" alcanzaba su cénit en el artista.

Lo triste de la historia es observar que en este bendito país no interesa la obra, no interesa la trayectoria, no interesa el trabajo. No. No interesa. Lo que interesa es vender, vender en forma de páginas vistas, en forma de periódicos despachados, ... y si para eso hay que tirar muros se tiran, independientemente del esfuerzo y la trayectoria de quien lo levantó. Que poco caso se hizo al enorme éxito de la reunificación de Héroes del Silencio y su repercusión fuera de nuestras fronteras. Que poco caso al enorme camino labrado en solitario por el maño, a su gran apuesta dejando cartas de repóker para comenzar una nueva partida. Eso no interesa. No. No interesa.

Pues deben saber aquellos que sobrevuelan el cadáver que éste es, para nosotros, un cadáver exquisito. Y que estaremos orgullosos de exhibirlo tras la lapidación pública. Y lo pasearemos por España, por Latinoamérica, por Estados Unidos, incluso por algún rincón de Europa. Da igual que ustedes lo den por muerto. Para nosotros seguirá vivo, lo mantendremos vivo, lo llevaremos en volandas. Aunque se nos acuse de fanáticos. Y lo pasearemos con la cabeza bien alta, sabiendo que estamos ante un cadáver que pasará a la posteridad como uno de los mejores artistas de su época. Y ello a pesar de la ceguera de algunos.

Mientras tanto, y con cierta perspectiva, seguiremos mirando al futuro, esperando nuevos discos, nuevos giros, nuevas giras, nuevas maneras de reinventarse y de sorprender al público, soñando con nuevas melodías, con nuevas letras que nos hagan soñar, aunque para llegar a estas tome prestado un escalón para levantar la escalera.

Jesualdo Jiménez Cisneros Quesada

Director Bunburyclub.com

Categoría/s: Artículos

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