Tres escenarios, tres partes musicales y tres dimensiones. El número tres presidió el planteamiento de Paco Plaza el pasado 16 de abril, primero de los dos días de grabación del primer concierto de Las consecuencias con Enrique Bunbury y su banda, a la que el zaragozano ha bautizado Los Santos Inocentes: homenaje o no a Delibes, el apelativo le pega al grupo humano que completa la propuesta escénica del autor de Infinito desde el anterior disco, Helville de Luxe. Plaza, director de REC junto a Jaume Balagueró, trabajó mano a mano con Bunbury y el director de arte Javier Alvariño en la creación de ambientes y el concepto de la grabación. El resultado es una filigrana fílmica que, por desgracia, no pudo lucir en plenitud en el día de su estreno: como Felipe II con sus naves y los elementos, eso de pelear contra problemas técnicos es un obstáculo para cantar victoria.
La imagen no tuvo nitidez en la primera de las cuatro sesiones organizadas en la Fnac zaragozana, problema que se corrigió -no por completo- en los pases vespertinos. Peor fue la cosa en Madrid, donde se fue la luz a mitad? aunque en Valencia, Barcelona y Sevilla no trascendió problema alguno. La anécdota del proyecto, que esta vez es el quid de la noticia, radica en el asunto tridimensional: es la primera vez que se hace en España. Los receptores adecuados para disfrutarlas están saliendo al mercado español en este mes: es cuestión de dar tiempo al tiempo.
En la grabación se usó un escenario circular con tres ambientes distintos: un cementerio, un paraje con una avioneta estrellada y un motel de carretera. Entre el 16 y 17 el abril se registró en los estudios madrileños de Canal + un repertorio de 21 canciones, con dos cámaras sincronizadas para el efecto 3D. El grupo se marchó un par de días después a la gira estadounidense en la que aún andan embarcados.
El concierto consta de 21 canciones, pero ayer solo se emitieron 11: alrededor de 55 minutos. Comienza en la parte del cementerio, y el primer tema es El tiempo de las cerezas, grabado en su día junto al gijonés Nacho Vegas. Luego llega El boxeador, del último disco, y reflejo de una de las obsesiones más conocidas de Bunbury: el pugilismo. De todo el mundo, Porque las cosas cambian, Los restos del naufragio y Frente a frente saldrán en el deuvedé: no se vieron ayer. Esa primera parte se cierra con Los habitantes.
La segunda fase arranca con Bujías para el dolor, que Los Santos Inocentes bordan en el directo, con mención especial para el guitarrista Jordi Mena. No se vieron El rescate, Poca gente, El hombre delgado que no flaqueará jamás, que también quedan para los compradores del futuro deuvedé, como ocurre con Apuesta por el rock&roll. Sí se disfrutaron Infinito, quizá la mejor canción de Bunbury, y ese homenaje a Ziggy Stardust llamado Lady Blue. En el concierto filmado por Plaza suena de maravilla, con aires renovados.
La última parte del concierto es en el motel, entre neones de bar y hot girls. Abre con Enganchado a ti, tema de Flamingos; siguen Sí, Sácame de aquí, El aragonés errante y Al final, un cierre que se pasea por los tres escenarios. No se airea -quienes estuvieron en la grabación dicen que fue tremenda- El extranjero. Con el viento a favor acompaña los créditos.
Texto: Pablo Ferrer
Foto: José Miguel Marco
Fuente: Heraldo de Soria
La imagen no tuvo nitidez en la primera de las cuatro sesiones organizadas en la Fnac zaragozana, problema que se corrigió -no por completo- en los pases vespertinos. Peor fue la cosa en Madrid, donde se fue la luz a mitad? aunque en Valencia, Barcelona y Sevilla no trascendió problema alguno. La anécdota del proyecto, que esta vez es el quid de la noticia, radica en el asunto tridimensional: es la primera vez que se hace en España. Los receptores adecuados para disfrutarlas están saliendo al mercado español en este mes: es cuestión de dar tiempo al tiempo.
En la grabación se usó un escenario circular con tres ambientes distintos: un cementerio, un paraje con una avioneta estrellada y un motel de carretera. Entre el 16 y 17 el abril se registró en los estudios madrileños de Canal + un repertorio de 21 canciones, con dos cámaras sincronizadas para el efecto 3D. El grupo se marchó un par de días después a la gira estadounidense en la que aún andan embarcados.
El concierto consta de 21 canciones, pero ayer solo se emitieron 11: alrededor de 55 minutos. Comienza en la parte del cementerio, y el primer tema es El tiempo de las cerezas, grabado en su día junto al gijonés Nacho Vegas. Luego llega El boxeador, del último disco, y reflejo de una de las obsesiones más conocidas de Bunbury: el pugilismo. De todo el mundo, Porque las cosas cambian, Los restos del naufragio y Frente a frente saldrán en el deuvedé: no se vieron ayer. Esa primera parte se cierra con Los habitantes.
La segunda fase arranca con Bujías para el dolor, que Los Santos Inocentes bordan en el directo, con mención especial para el guitarrista Jordi Mena. No se vieron El rescate, Poca gente, El hombre delgado que no flaqueará jamás, que también quedan para los compradores del futuro deuvedé, como ocurre con Apuesta por el rock&roll. Sí se disfrutaron Infinito, quizá la mejor canción de Bunbury, y ese homenaje a Ziggy Stardust llamado Lady Blue. En el concierto filmado por Plaza suena de maravilla, con aires renovados.
La última parte del concierto es en el motel, entre neones de bar y hot girls. Abre con Enganchado a ti, tema de Flamingos; siguen Sí, Sácame de aquí, El aragonés errante y Al final, un cierre que se pasea por los tres escenarios. No se airea -quienes estuvieron en la grabación dicen que fue tremenda- El extranjero. Con el viento a favor acompaña los créditos.
Texto: Pablo Ferrer
Foto: José Miguel Marco
Fuente: Heraldo de Soria
Tweet |
0 comentarios:
Publicar un comentario