31 marzo 2010

Crónicas: La Querencia en el Auditorio José Luis Borau 25.03.10 y Pecker en el Café Hispano 20.03.10 por Octavio Gómez

La Querencia en el Auditorio José Luis Borau 25.03.10

El pasado jueves se produjo una nueva entrega de los ciclos acústicos que Aragón Radio realiza en el Auditorio José Luis Borau de la corporación autonómica. En esta ocasión el encuentro era entre el público y la banda de flamenco fusión La Querencia. El proyecto, capitaneado por el músico Gonzalo Alonso desplegó todas sus artes interpretativas frente a un respetable entregado, que disfrutó de la estupendo acústica del marco del programa, conducido por el responsable del programa Comunidad Sonora (repaso diario de música aragonesa), Alberto Guardiola. La Querencia, con Gonzalo Alonso en piano, mandolina y guitarra, Arturo Giménez en cajón, Paquito de la Serrana en guitarra, Toñín Garrabe al cante y Francisco López en flauta travesera, te hace deslizar entre los crujidos salvajes de las cuerdas españolas, abriendo con los Tangos del Cascabel, silabeante en arreglos, quebrando por bulerías en la hermosísima con Duende, amalgando la flauta a la rítmica del cajón en la evocación granadina de Río Darro o los temas finales, Tierra y De plata vieja. Con la apertura de miras que trae la arena de la playa, el barro tranquilo de la desembocadura del agua fresca, majestuoso en el cante templado... La Querencia abrasa con el crepitar del fuego amable y es un reservorio de arte en estado puro. Esperamos nuevas entregas de estos ciclos de acústicos, ansiosos por paladear también el pop y el rock en este escenario.

Pecker en el Café Hispano 20.03.10

El pasado sábado 20 de Marzo pudimos disfrutar de nuevo de una estupenda demostración de buena música en directo en el coqueto escenario del Café Hispano (que sigue creciendo, en programación y público bajo un equipo con gusto y paciencia). Pecker y Petisme, Petisme y Pecker, dos formas de entender la música, dos creadores constantes...abrió el oscense Raúl Usieto aka Pecker, acompañado de una engrasadísima banda rebostante de groove (programaciones y teclista por un lado, guitarra eléctrica y puntual bajo por otro, más batería real), revisó temas de sus tres discos con muchísima clase. Impresionante la versión de los Housemartins, rebautizada por Pecker como Los cinco, delicada Astronauta 7, lúbrica y llena de flow La noche no es para dormir, animadísima conjunción de lo orgánico y lo electrónico en Sentirse bien, Surfeando magnolias arrebatadoramente hermosa. Dedicó Treinta y cinco, su último videoclip, a toda la gente que había participado en él y que estaba entre el público (además de fans había gente de la escena oscense como Rubén Moreno, responsable del blog Capitán Lillo, Copiloto o Rai Bambó, además de músicos zaragozanos como Santi Rex, Antílope Volador, Gonzalo de la Figuera, Pedro Andreu, Fernando Frisa o las periodistas Patricia Imaz y Beatriz Pitarch y el fotógrafo Gustaff Choos). Pecker juega en otra liga, la de la belleza por la belleza, el baile por el baile, un letrista notable, que no juega a lo poéticamente impostado, más bien construye letras vitales que se clavan en el corazón de la pista antes de hacerse fuertes en la memoria. Me gusta cuando saca la eléctrica y devora al público a base de guitarrazos, con la acústica vertebrando de delicadeza algunos temas o cuando agarra las cuatro cuerdas para hacer una rápida transfusión de ritmo. El último tema antes del bis fue el primer single de su último disco, Pecker, Supernova, en esta canción subió como invitado Ángel Petisme (que cerraría el doble concierto, pero las ocupaciones del que firma le impidieron quedarse a su recital), una canción todo estribillo. El cierre, impresionante, y como no podía ser de otra manera, con Encantadora Lunática (qué grande es esa canción), que grabó para su segundo LP, Dos y las nadadoras en dueto con el dandy Miqui Puig (que estaba entre el público, unas horas más tarde haría bailar a los más noctámbulos habitantes de la ciudad con una espléndida sesión frente a los platos del Jarvis), una letra cargada de emoción, cercanía y funk y con una remezcla salvaje (todos sabemos que el bombo a negras es la salvación y seguimos fervorosos su doctrina) del tema Souvenir. Si uno no baila con Pecker tiene que estar muerto. Y eso que vi algunos zombies (con perdón) entre el público tratando de seguir el ritmo.

Texto: Octavio Gómez Milián (http://leocamaleon.blogspot.com/)


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