Sí, éramos arrogantes dijo Enrique Bunbury hace unos años recordando su etapa en Héroes del Silencio pero, ¿no lo eran también Lou Reed, David Bowie o Mick Jagger?". Esta comparación podrá sonrojar a muchos, pero incluso los más críticos con el cantante tendrán que admitir que Bunbury es una estrella del rock. Principalmente porque tiene esa cualidad innata a toda estrella del rock para generar polémicas (espantadas del escenario, peleas con el público, plagios...).
Pero también porque, pese a quien pese, Bunbury ha escrito decenas de buenas canciones, como letrista está muy por encima de la media del panorama nacional, es un monstruo sobre el escenario y, no menos importante, busca ser honesto con su música hasta las últimas consecuencias. Precisamente así se llamará su nuevo disco, Las consecuencias, que se publicará el próximo 16 de febrero. El cantante adelanta en una entrevista para Público algunos de los secretos de un disco muy peculiar.
¿Qué diferencia Las consecuencias del resto de su discografía?
Es un disco único. Hasta ahora no había hecho ningún disco tan homogéneo. En general, mis discos solistas son muy bastardos y mezclan géneros sin complejos. Lo mediterráneo y lo español conviven sin problemas con lo latino y el folclore norteamericano y anglosajón en la mayoría de mis álbumes de los últimos diez años. En este, la música se concreta y las palabras van de forma unidireccional a un solo hemisferio del cerebro.
Es un disco más acústico. ¿Por qué esa elección?
Las canciones eligen la instrumentación. Este es un disco íntimo y oscuro. Los instrumentos acústicos, la sección de cuerda, el órgano hammond y el acordeón eran la elección lógica para conseguir profundidad y honestidad.
Las letras apuntan a una ruptura amorosa. Como gran fan de Dylan, ¿es este su Blood on the tracks?
Los textos no son tan biográficos como en un principio puedan parecer. Creo que el trasfondo del álbum es, en todo caso, la incapacidad del ser humano para expresarse, entenderse y perdonarse. La tendencia general suele ser reafirmarse en las posiciones de cada uno, negándonos a escuchar y aceptar realmente otras formas de ver las cosas. En cuanto a lo de Dylan, no tenía en mente ese disco que nombras, aunque me encanta. Pero para mí, este es mi Oh mercy.
No hace ni dos años que publicó Helville de Luxe. ¿Se encuentra en un momento muy prolífico?
Hacer diez canciones al año no me parece tanto. No sale ni una al mes. Que lo normal sea una media de entre dos a tres años entre lanzamientos es un poco raro y no refleja el ritmo de trabajo de nadie, en todo caso el de discográficas y medios de comunicación.
¿Por qué esa versión de Jeanette?
Es una gran canción. Adoro las canciones de Manuel Alejandro y creo que Jeannette es una intérprete maravillosa. Para nuestra generación fue sin duda la banda sonora de nuestras tristezas. Si además hemos elegido Frente a frente como primer single es porque, posiblemente, se trata del único posible. Es un disco poco radiable, quizás algo difícil, destinado a momentos muy concretos y muy nocturnos.
En el primer tema canta: "La fe es un grave sufrimiento, es comoamar a un extraño en vano". ¿Qué entiende usted por fe?
La única fe que tengo, al final, es la del verdadero amor.
¿Qué es lo último que ha aprendido de música?
Estoy aprendiendo a tocar la guitarra en una afinación en G menor abierta que tienes que probar, muy interesante, seguro que provoca nuevas composiciones.
¿Se ha olvidado ya de la electrónica? ¿Será Radical sonora una isla en su discografía?
¡Qué va! Últimamente me han llamado mucho la atención algunos discos de electrónica kraut o soul como los de Portishead o Soulsavers. No descarto trabajar en serio en direcciones parecidas en algún proyecto tipo Bushido o comunal.
¿Qué valoración hacede su colaboración con Nacho Vegas? ¿Por qué recurrió a él?
A Nacho Vegas lo conocí en la gira Festival Sonora, un festival itinerante que monté a raíz de la edición de Radical Sonora, con Manta Ray [grupo donde tocaba Vegas], Estereocéano, I.P.D. y Big Toxic. Posteriormente, cuando él ya había grabado un par de discos en solitario, lo llamé para que se uniera al Freak Show, y fue ahí donde comentamos por primera vez la posibilidad de grabar algo juntos. Después, cuando disolví El Huracán Ambulante caí en una depresión y me convenció de que era el momento de que me relajara e hiciéramos ese disco juntos, en el Puerto de Santa María, con Paco Loco, sin presión y con calma. Tengo que agradecerle a Nacho que me rescatara de ese hoyo y me ayudara a salir a flote.
¿Habrá más colaboraciones en el futuro?
Espero que sí. Creo que si dejamos correr un poco el tiempo, podemos hacer un álbum fantástico mano a mano en un futuro no muy lejano. Tanto Nacho como yo estamos creciendo como escritores de canciones y una nueva colaboración podría dar magníficos frutos.
Dígame algún músico con el que le gustaría colaborar y con el que todavía no haya colaborado.
Me encanta colaborar con músicos, sean del género que sean. De todos se aprende y es fantástico poner tu voz al servicio de la música de otros. Hoy, sin ir más lejos he estado en el estudio colaborando en el sencillo del grupo mexicano Zoe, con el que van a presentarse en España. Es una canción fantástica y ellos, un grupo muy potente. Si no se tuerce nada, próximamente me juntaré con Andrés Calamaro para grabar algo para su nuevo álbum.
La crítica sigue sin valorar sus discos. ¿Le molesta no figurar en las listas de lo mejor del año?
En los últimos diez años la crítica especializada ha cambiado mucho su opinión sobre mis discos. Desde luego, no me puedo quejar. Al final del día, un escritor de canciones sólo espera que haya alguien ahí, que su esfuerzo cotidiano tenga una recompensa en forma de una audiencia que aprecie su obra. Afortunadamente, sé que mis discos están siendo disfrutados por gente a ambos lados del Atlántico. Los premios y las palmaditas en la espalda de la crítica están muy bien, desde luego y, además, últimamente se acuerdan mucho más de mí de lo que jamás habían hecho, pero no son la razón por la que uno se encierra a componer canciones.
Tras la polémica que desató la canción El hombre delgado que no flaqueará jamás, ¿ha tomado más precauciones a la hora de escribir las canciones en este disco?
Creo que una carrera de veintialgo años se basta y se sobra para enfrentarse a cualquier tipo de polémica. ¿No crees?
¿Cuál es el último disco que le ha emocionado?
Escucho mucha música diariamente y me resulta un tanto difícil concretar tanto, pero así, a bote pronto, el último de Ramblin Jack Elliott: A Stranger Here.
Y por último, ¿de qué podría tirarse horas hablando?
De música y de submarinismo.
Entrevista: Jesús Miguel Marcos
Fuente: Público.es
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