03 mayo 2011

Bunbury comes alive!

Éxito dentro y fuera de España, grandes discos y grandes canciones. Era el momento de que Enrique Bunbury editara un disco en vivo que concentrara su trayectoria solista y que dejara testimonio de su actual personalidad. Eso es exactamente el reciente “Gran Rex”, un trabajo triple en vinilo y doble en formato compacto que emocionará a sus fieles pero que también descubrirá a algún la piel rockera que Enrique lleva rodando desde hace unos años. Con esta excusa, charlamos con el músico sobre algunos de los grandes live albums del Rock and Roll y también de figuras importantes en su dieta sonora pero pocas veces citadas como The Cult, Axl Rose o Glenn Danzig.

La trayectoria de Bunbury siempre ha sido ecléctica, manteniendo sus legiones de seguidores pero también perdiendo y ganando puñados entre giros de estilo. Su visión e instinto creativo van más allá de géneros, habiendo tocado distintas raíces musicales para batirlas a ritmo de Rock and Roll en cocteleras de lujoso sonido. Sin embargo, el flamante “Gran Rex” le captura en el escenario, ante la audiencia argentina, respaldado por la mejor banda que jamás le haya acompañado y con la energía del Rock más salvaje. Lo cierto es que Popular 1 lo tenía fácil con él. No sólo es un lector veterano de la revista, sino que sus puntos de interés coinciden muchas veces, por lo que nos concedió una entrevista sin límite de tiempo abierta a cualquier tema que deseáramos. Y claro, hablamos de Rock and Roll.
Editas un nuevo disco en directo, ¿cuál ha sido tu motivación?

“Después de los 125 shows que hicimos en los dos últimos años durante las giras de ‘Hellville de luxe’ y ‘Las Consecuencias’ y con una banda nueva, Los Santos Inocentes, iniciando su andadura, tocaba hacer recapitulación de lo aprendido, de lo conseguido, para evolucionar y crecer en el futuro inmediato. Además, ‘Las Consecuencias’ es un disco de cierre de un ciclo que se abrió con ‘El Tiempo de las Cerezas’ y que denominamos ‘Canciones desde El Puerto’. Lo que viene a continuación es un cambio de registro que necesita de una reflexión previa”.

Hasta ahora tenías dos discos en vivo dentro de tu discografía, pero no eran dobles. ¿Por qué has tardado tanto en editar un disco que de verdad haga justicia a tu trabajo en directo?

“En realidad ‘Pequeño Cabaret Ambulante’ fue un disco que grabamos en una sala de México D.F. con la idea de editarlo exclusivamente para el público mexicano. Y ‘Freak Show’ era una película documental que para promocionarla a nivel internacional nos propusieron acompañarla de un disco. Ninguno de los dos son trabajos que reflejen un concierto de la época. Son extractos de lo que ocurría en el escenario, sin respetar el orden ni la dinámica del show. Creo que ‘Gran Rex’ es el primer disco en directo con vocación de reflejar fidedignamente lo que han sido los conciertos de la gira”.

El disco recoge la vibración entre banda y audiencia a la perfección.

“Esa era la idea. Que el público tuviera un papel importante. En otras grabaciones quise que primara la calidad del sonido sobre el ambiente que se creaba en los shows. Además, el público argentino es único y maravilloso, por su capacidad para escuchar, comprender y asimilar lo que ocurre encima del escenario, sabiendo que ellos son también responsables directos del feedback que transmiten los altavoces”.

El sonido es muy auténtico, supongo que es lo que buscabas. ¿Cómo lo has conseguido?

“Seth Horan, que fue el ingeniero que se encargó de las mezclas, y Javi ‘Chinas’ (Ndr. Técnico de Sonido de confianza de Bunbury), estuvieron en contacto desde el día uno para que la colocación de los micrófonos fuera la correcta. Pusimos micrófonos de captación por toda la sala. Lo importante era que el oyente se sintiera en todo momento como si estuviera en el Teatro Gran Rex de la calle Corrientes, en Buenos Aires”.

Un gran detalle es que las imperfecciones del ambiente son registradas. Cuando cantas se nota que es en directo.

“Claro, sino no consigues que esa realidad se transmita a través de los altavoces. La dinámica de la voz es muy importante. En los shows te acercas y te alejas, dejas que cante el público, interpretas, te dejas la piel. Eso está en los surcos de este álbum. Creo además que, afortunadamente, esos días estuve inspirado y conseguimos buenas tomas de voz”.

La mezcla es muy rockera. Dos guitarras, cada una por un canal, con su espacio y personalidad propia.

“Es como funcionamos en los shows en directo. En la mezcla hay un posicionamiento panorámico que hemos respetado, como si miraras al escenario y nos tuvieras ahí delante, tocando para ti. Esta banda tiene un formato de rock & roll, la importancia de Jordi (Mena) y Álvaro (Suite) con su juego de guitarras es fundamental”.

En cierta forma este trabajo reúne muchos de tus temas clásicos, aunque los nuevos arreglos con dos guitarras les dan nueva vida. ¿Cómo percibes tú este rejuvenecimiento de tu repertorio?

“Podíamos haber hecho un disco diferente, con otro repertorio. Durante la gira llegamos a tocar sesenta canciones de casi todas las épocas. Pero no queríamos hacer un disco de rarezas. Pensamos que tenía que funcionar como repertorio real de un concierto real, aunque utilizamos canciones de los tres días que tocamos en el Gran Rex. Recrear los antiguos temas, devolverles la vida es algo que vengo haciendo desde ‘Radical Sonora’. Sé que algunos aceptan a regañadientes alguna de las versiones menos reconocibles, pero me niego a creer que la grabación de un álbum sea la última posibilidad de una canción en su proceso de crecimiento”.

¿Qué criterio seguiste a la hora de elaborar el set list?

“Buscamos un equilibrio entre los álbumes más importantes de mi carrera solista, o sea: ‘Las Consecuencias’, ‘Hellville de Luxe’, ‘El Viaje a Ninguna Parte’, ‘Flamingos’ y ‘Pequeño’. Si no me equivoco, hay cuatro canciones de cada uno de esos álbumes, con versiones nuevas, diferentes, adaptadas a la instrumentación de Los Santos Inocentes. Además, añadimos algo de material de ‘Radical Sonora’, ‘Bushido’, ‘El Tiempo de las Cerezas’ y el ‘Apuesta por el Rock & Roll’, que es un clásico de mis conciertos, en una versión más rockabilly”.

Se nota que hay medios en la grabación y mezcla del disco. No sólo has cuidado los detalles, sino que diría que hablamos de una producción cara.

“Intento que mis discos suenen bien. Hay una mentira aprendida que circula por foros y demás patios de vecinos que asegura que ahora no hace falta tanto presupuesto para grabar un disco, y que con un ordenador se puede obtener una grabación digna. Bueno, hay algo de engaño y de desconocimiento en esa afirmación. A los que el audio nos importa sabemos que si queremos calidad, eso no lo puedes conseguir con cuatro euros. Aún así, nos hemos adaptado a las circunstancias económicas actuales y nos hemos gastado la pasta en donde se escucha”.

Llevas un año aproximadamente viviendo en USA, concretamente en L.A. ¿Qué tal la experiencia? Sé que ya conocías la ciudad

“Nos instalamos aquí por motivos laborales hace un año. En realidad no sé cuánto tiempo más nos quedaremos, ¿otro año? Las circunstancias contractuales y de visados nos definirán el futuro. Los Angeles es muy diferente vista desde la perspectiva de las giras a esta nueva circunstancia vital. La verdad es que me encanta la ciudad, musicalmente es un centro neurálgico donde ocurren cosas importantes a todos los niveles, underground y mainstream, todos los días”.

Además, en USA (y por extensión en el resto del mundo) el Rock and Roll se ha convertido en una parte más del entretenimiento masivo que no sólo se limita a la música, sino a la televisión.

“¿Te refieres a la obsesión de algunos músicos por aparecer en la televisión?”.

 Exactamente

“Sigo este fenómeno con cierta curiosidad. Lo de Bret Michaels me parece a la altura de su personaje. El reality de la familia de Gene Simmons me encanta. Sé que es rockeramente incorrecto, pero bueno, como nunca fui fan de Kiss… Quiero ver por lo menos una vez a Steven Tyler en ‘American Idol’. Me parece imposible que salga bien parado de ésta. Y el otro programa no-melo- puedo-creer es ‘Married to Rock’, donde las mujeres de Duff McKagan, Perry Farrell, Billy Duffy y Steve Stevens nos cuentan sus cosillas y sus maridos aparecen de refilón. La verdad es que vemos otras caras muy diferentes de nuestras estrellas del Rock favoritas. Algunas salen mejor paradas que otras, pero en general creo que es desmitificador y contraproducente”.

¿Quiere decir esto que el Rock ya ha sidoasimilado por el sistema, por la cultura imperante?

“El Rock está en el mejor lugar que podía estar desde hace décadas. El Rock vuelve al underground. La prensa generalista y las radios ni lo consideran, y la TV piensa que somos una panda de freaks. Todo está bien. Ganaremos menos dinero, pero no tendremos que juntarnos con gente con la que tenemos muy poco que ver”.

Siempre te mueves en diversos territorios musicales y seguro que hay gente que piensa que has dejado de escuchar Hard Rock.

“Escucho mucha música. Es mi pasión. Me encanta también la música que no hago, por supuesto. Me encanta el Jazz de los 50 y los 60, me gusta el Hard Rock, también Debussy o Satie o María Callas, el Blues rural, la música árabe...”

¡De hecho el último DVD de Iron Maiden, “Flight 666”, te fascinó!

“Me gustan los rockumentaries en general y creo que, si aguantan bien un pase con gente que no conoce o no es un erudito de la obra de los documentados, estamos delante de un gran documental. El de los Maiden me lo parece, así como ‘Anvil’ y el ‘Some Kind of Monster’ de Metallica, por poner algunos ejemplos muy conocidos”.

Eso tiene que ver con lo que hablábamos antes, ahora también hay muchísimos documentales sobre estrellas del Rock. Antes se hacían, pero ahora es que no paran. ¿De dónde viene ese interés?

“Hay muchísimos documentales, cierto, sobre estrellas y estrellados del Rock. Creo que el género documental vive un momento glorioso y hay muchos y buenos documentales sobre política, economía, ecología, medicina…”

Dime alguno de los que más te hayan gustado recientemente.

“Si hablamos de documentales de Rock, me encantó ‘New York Doll’, centrado en la vida de Arthur Killer Kane, ‘Anvil’, por supuesto, el de Lemmy, ‘Anita O’Day: The Life of a Jazz Singer’…” 

El rockumental más bestial sería uno sobre Axl Rose. Si Dylan se ha acabado prestando a ello, quizá Axl algún día también…

“Ojalá. Creo que después de tantos años escuchando a todo el mundo pronunciándose a su alrededor, con la prensa y fans especulando sobre su persona, sería fantástico escuchar su versión de los hechos, pero si no lo hace lo respetaré aún más. Siempre me atrajeron los silenciosos. Creo que la discreción es una grandísima virtud”.

¿Cómo valoras su actual época?

“Creo que tiene músicos muy poco carismáticos y que, independientemente de su arrolladora personalidad, no me gusta esperar dos horas para que se suba a un escenario y que eso se haya convertido en norma de la casa. Pero creo que ‘Chinese Democracy’ no es un mal disco. Es ridículo compararlo con ‘Appetite for Destruction’, que es uno de los grandes discos del género”.

A mí, pese a que su etapa actual no me emociona, me parece mucho peor lo que está haciendo Slash con Myles Kennedy como cantante. ¡Vaya versiones más chapuceras!

“Este verano vi a Slash en un par de ocasiones. Le rindieron un homenaje en el House of Blues y al día siguiente tocaba en la calle, en Sunset Blvd. El show estuvo bastante correcto y yo no soy tan crítico con Myles Kennedy. El pobre tiene que hacerse con un repertorio basado en un álbum de cantantes invitados y temas de Guns N’ Roses. Creo que ese curro es una putada y él sale bien parado. Con quien no puedo es con Fergie. Cuando se subió al escenario, me horrorizaron su manera de cantar y su escaso dominio de lo que es un escenario de R&R”.

Lo de Fergie es curioso. Parece como si las fronteras entre Rock y el pop más mainstream se estuvieran desvaneciendo. Me refiero a que un concierto de Axl, por ejemplo, se asemeja más a uno de Rhianna que a uno de Guns N’ Roses.

"Es cierto que si ves un concierto de Rhianna, Britney Spears o Black Eye Peas en algún momento se intentan hacer las rockeras, con poca fortuna la verdad. Decir que Axl lo hace en dirección contraria te lo acepto como boutade pero, seamos serios, no es verdad. Axl y los Guns, los actuales y los históricos, siempre han estado en el Rock and Roll”.

Antes has citado el documental de Lemmy.

“Fui al cine a verlo y me encantó. De hecho ya lo he visto un par de veces. Han realizado un gran documental, a la altura de lo que Lemmy se merece”.

Parece que Motörhead están viviendo una nueva juventud. Me refiero a que siempre han estado ahí, haciendo lo mismo, no es que hayan hecho un comeback en olor de multitudes.

“Motörhead han pasado por su particular via crucis. Durante los últimos veinte años han tocado por todo el mundo con escasa repercusión mediática. Sus nuevos discos sólo los escuchaban los fans. Creo que el documental está ayudando a poner las cosas en su sitio”.

Creo que ibas a empezar su biografía, ¿qué te ha parecido?

“La dejé aparcada. Durante la gira estuve muy obsesionado con algunas biografías rockeras y decidí volver a la ficción. La retomaré cuando necesite otra dosis de realismo sucio por vena”.

Ya que estamos con ellos, ¿cuál tu disco favorito?

‘No Sleep til Hammersmith’. Fue el primero que compré si no recuerdo mal. El caso es que si descubres a Motörhead con ese disco, es difícil que algún otro te vuele la cabeza del mismo modo”.

Hace poco me contabas la cantidad de grandes conciertos que has estado viendo en Los Angeles desde que estás allí. De hecho has visto a Lemmy tocando con su trío rockabilly.

“Sí, en primera fila. Soy muy fan de los Head Cats. Son infalibles. También vi a The Cult, Danzig, Chris Isaak, Al Green, un par de veces a los Dirty Sweet, a los Semi Precious Weapons, Smashing Pumpkins…”

¿Qué tal el concierto de The Cult?

“Maravilloso. Era una concentración de tatuadores en Orange County. Había más grupos, desconocidos para mí. Tocaron pocas canciones del ‘Born Into This’, pero encajaban a la perfección entre las clásicas. Ian sigue con esa actitud de enfado general con el mundo y la MTV y los media en particular. Pero creo que a todos nos gustaba verle con ese halo de oscuridad, cantando desde lo más profundo de su desesperación, con un poso extra de sabiduría.”

Sus último disco, “Born Into This”, y sus últimos singles están siendo espectaculares.

“Me encanta ‘Embers’, su nuevo sencillo, creo que es un tema a la altura de lo mejor de la banda y espero su nuevo disco con muchas ganas. También creo que ‘Born Into This’ es un disco infravalorado por prensa y público, quizás porque no toca hablar bien de The Cult. Pero es una pena, porque el grupo está en forma y el talento no sólo sigue intacto, sino que evoluciona de forma prometedora”.

¿Si tuvieras que elegir un único disco de Astbury y Duffy cuál sería?

“No entro en este juego con artistas que me gustan mucho y para mí The Cult es un grupo muy importante, les tengo mucho cariño y, cuando me pasa algo así con un grupo o artista, me gusta disfrutar hasta de sus pasos en falso”.

Has dicho que viste a Danzig en directo, ¿qué tal?

“Me encantan los dos primeros álbumes de Danzig. Todavía los escucho con regularidad. Cuando sacó el nuevo álbum me alegré mucho de que volviera a la carretera y fui a verle sin dudarlo. El show fue espectacular. Sólo pienso, a modo de pequeña crítica, que debería de volver con John Christ y despedir al nuevo guitarrista, creo que afea sus canciones con su pedalera ochentera. Tengo también muchas ganas de escuchar su próximo disco de versiones de Elvis y Blues. Eso promete mucho”.

Otra bio por la que te quería preguntar era por la de Keith Richards, “Life”. La última vez que nos vimos la estabas leyendo.

“La abandoné en el tercer capítulo. Me pilló cuando estaba cansándome de leer bios y ya había leído la no autorizada de Keith y la de Ron Wood. Y además, hubiera preferido que Keith hubiera continuado siendo un tanto enigmático”.

A mí los discos en solitario de Keith me parecen fabulosos. “Talk is Cheap” es el mejor disco de un Stone en solitario jamás editado.

“Sin duda. Los discos de Keith son buenos, también el ‘Main Offender’. Los de Mick son, en general, más flojos, quizás por su obsesión por acercarse al pop mainstream”.

Bueno, el “Wandering spirit” de Jagger es un disco muy bueno.

“Lo es. Mick Jagger está infravalorado. Siendo un gran cantante, el frontman definitivo del R&R y escritor de canciones memorables, elegimos sin dudar la aplastante personalidad de Keith, más cercana a lo que todos esperamos del Rock. Incluso muchos prefieren decir que son fans de Keith antes que nombrar el tándem o el nombre del grupo. Pero sin Jagger los Stones no habrían durado ni una década”.

¿Qué te parecen sus legendarios “Get Your Ya Ya’s Out” y “Love You Live”?

“Me gustan mucho, por que tienen encanto, pero no están entre mis discos favoritos en directo. Hay algo en ellos que no sabría definir, que no me convence del todo. Quizás falta el elemento visual, tan importante en los shows de los Stones”.

Es curioso. Algunos artistas tienen trabajos en vivo para elegir y otros en su vida editan un live digno. Se me ocurre por ejemplo Iggy Pop en solitario, ¡con lo enorme que sería un doble en directo de Iggy! Nos tenemos que conformar con el cortísimo “TV Eye live 1977”.

“Sí, el caso de Iggy Pop es muy extraño. No sé porque nunca lo hizo. Quizás pensaba que con los bootlegs ya había suficiente material”.

¿Cuál es tu disco favorito de Iggy en solitario?

“Los tres primeros: ‘The Idiot’, ‘Lust for Life’ y ‘New Values’. Y no sé si vale, pero el ‘Kill City’, también me encanta”.

¡Claro que vale! ¿Y de los Stooges?

“Me gusta todo lo que hicieron en su primera época. El último no lo escuché, ¿es bueno? La nueva encarnación de los New York Dolls me parece muy digna, pero de los Stooges sólo escuché malas críticas…”

Ese disco de los Stooges, “The Weirdness”, no fue espectacular. Ahora pienso en “Metallic KO”. Mítico por lo que representa, ¡aunque su sonido es desastroso! 

“Es un autobootleg”. 

¿Crees que la perfección sonora alcanzada a la hora de grabar discos, ya sean en estudio o en directo, ha acabado con la calidez?

“Creo que es importante respetar la captación, la grabación, el registro. También creo que se graban demasiadas maquetas que nos quieren hacer pasar por discos. Es cierto que hay muy poco presupuesto para hacer grabaciones dignas, pero salir de los estudios de grabación para encerrarse en las cuatro paredes de tu cuarto a grabar un disco ha sido un grave error que debemos enmendar”.

Por cierto, no sé si al final llegaste a ver a Iggy en directo durante la reunión con James Williamson. Creo que coincidiócon tu tour y no pudiste.

“No pude. Me hubiera encantado. Me gusta ver a Iggy sobre un escenario. Sabe montar una buena”.

El concierto de Madrid fue impresionante. Iggy está aún en muy buena forma física, le da mil vueltas a cualquier jovenzuelo. Hoy día parece que son los mayores los que están dando lecciones a los músicos jóvenes de moda sobre que es el Rock and Roll. Para mí los últimos discos de Kris Kristofferson, Young o Dylan tienen una actitud que Jack White no soñaría ni en mil vidas.

“Bueno, bueno... Creo que hay gente joven haciendo discos fantásticos, Jack White entre ellos. Hay grandes bandas grabando discos de nivel. A mí me gustan mucho los Felice Brothers, M. Ward, los Black Keys, Nick Curran, JD McPherson, Elvis Perkins, Dan Auerbach, The Cubical, Matt Hill, Josh Ritter, Ray LaMontagne, Eric Lindell… Lo de los abuelos haciendo los mejores discos creo que es un tópico que, a veces, sólo a veces, se cumple. Creo que el último de Dylan no es de lo mejor, ni mucho menos, que ha grabado. Me encanta el de Neil Young, de hecho me parece genial, pero los anteriores eran sólo buenos, no espectaculares. Y, sí, los dos últimos de Kris Kristofferson también me parecen buenísimos”.

Sí, pero me refiero a la mezcla de actitud y grandes canciones. Nick Curran y M. Ward sí dan con ella, pero el hiper popular Jack White creo que está bastante lejos de estos dos en ese aspecto.

“Bueno, entiendo que Jack no te emociona. A mí sí. Cualquiera que nombre a Son House y a Blind Willie Johnson en una conversación, tiene mi amistad y respeto permanente. Además me encantan Dead Weather y White Stripes. Pero bueno, ¡eso es cuestión de gustos!”.

Por cierto, soy un firme defensor del “Together Through Life” de Dylan. Estoy seguro de que con el tiempo será disco de culto.

“Con Dylan nunca tengo claro cuando un disco va a dar la vuelta al marcador y de disco menor va a pasar a ser pilar clave de su discografía. Me pasó con la época cristiana, que actualmente es de mis favoritas y también con los discos de versiones de los noventa. O sea que, ¡a lo mejor tienes razón en ésta!”.

Con Young y “Le Noise” coincidimos. Es genial, una mezcla entre tradición y vanguardia. 

“Sí. Leí alguna crítica ridícula. Como que Daniel Lanois no había tenido más que pulsar los botones de grabar. ¡Qué poco sabía el escribano de grabaciones y del trabajo en estudio! Creo que el trabajo de producción es maravilloso y que su toque maestro engrandeció las canciones de Young. Para mí es desde ya un álbum básico de la discografía de Neil Young”.

¿Qué crees que mueve a un artista tan mayor a seguir, no sólo componiendo, sino también experimentando con el sonido?

“Neil Young siempre ha tenido un espíritu indomable e incansable. No sé cuál es el motor de su creación, porque una cosa es tener talento, que lo tiene y mucho, y otra muy distinta tener la necesidad imperiosa de desarrollarlo hasta sus límites últimos”.

A veces los artistas mayores arriesgan aunque no sea a nivel sonoro. Mira Robert Plant, el éxito no parece importarle mucho, le interesa más sentirse vivo como cantante y huye del éxito si no se siente satisfecho. 

“Yo creo que Robert Plant no huye del éxito. Pienso que finalmente después de una larga carrera discográfica, en el disco con Alysson Krauss encontró un lugar donde la crítica, el público y su voz coincidieron. El nuevo es mejor incluso y, además, sin la Krauss, que no es santo de mi devoción”.

Otro gran directo, “The Song Remains The Same” de Led Zeppelin. Creo que, al ser la BSO del film, fue desprestigiado, cuando en realidad es un live album muy bueno. 

“La película padece el síndrome de la megalomanía setentera, pero me gusta. Tampoco ‘Tommy’ de The Who aguanta muy bien el paso del tiempo ¡pero ambas, fueron tan importantes en su momento para mí!”. 

¿Importantes en qué sentido? ¿Te emocionaste con los delirios de esas dos bandas?

“Era muy joven, niño, cuando conseguí ambas películas grabadas en VHS y las vi millones de veces. Son tan claves en mi educación musical como la discografía de los Beatles. No era consciente de que fueran ni delirantes, ni megalómanas. Para mí eran Rock, con Mayúsculas”.

¿Te gusta el disco en directo de Jimmy Page con los Black Crowes?

“No hay nada que pueda hacer Chris Robinson que me pueda disgustar. Sus discos en solitario, también los disfruto. El disco con Jimmy Page lo escuché poco, pero no me pareció mal”.

Los Crowes se encuentran en un momento buenísimo.

“Con los Black Crowes estamos viviendo la discografía de un grupo mítico, histórico, homérico, en tiempo real”.

¿Has visto su DVD “Cabin Fever”?


“Cabin Fever’ es fantástico. Siento una envidia placentera viendo a esos grandísimos músicos en un estudio como el de Levon Helm, dejándose llevar y tocando como los ángeles delante de un público privilegiado”.

Ahí se marcaban una versión muy hermosa de “Oh, Sweet Nuthin”, de la Velvet Underground. ¿Qué me dices de Lou Reed y su “Rock and Roll Animal”? Otro disco en vivo explosivo.

“El ‘Rock and Roll Animal’ es un disco en directo básico. Junto con ‘Made in Japan’, y el ‘If You Want Blood, You’ve Got It’, pelea por el título de el mejor disco de Rock en directo de todos los tiempos”.

A mí los últimos discos de Reed me gustan bastante, pero parece que la industria no quiere reconocer su valía. 

“No sé, en el Rock hay como corrientes de opinión que vienen y van, y todo el mundo se apunta muy fácilmente a dónde va Vicente. Pienso en el ejemplo de Sabina. Hace unos años nadie del Rock, ni músicos ni críticos, hablaban públicamente de manera positiva acerca de Sabina. Después del ’19 días y 500 noches’ vino la corriente global de la genialidad de su obra. Pasados unos años, viene otra corriente que dice que no es para tanto y que en sus últimos discos no está demasiado inspirado. Lo mismo me da ahondar en la actual corriente de opinión sobre Lou, que sobre Sabina. Creo que, los últimos diez años de ambos, son muy dignos, tienen canciones y discos muy recomendables y sí, es cierto, no han vuelto a repetir ni el ‘Berlin’, ni el ’19 Días…’” 

Texto | Juanjo Ordas

Fuente | Popular1


0 comentarios:

Publicar un comentario