14 diciembre 2011

Bunbury explora su vena latina con su primer disco de versiones


El músico aragonés, más fronterizo que nunca, publica «Licenciado Cantinas»

Es uno de esos artistas que representan un género en sí mismo. Un sonido inconfundible de cabaret, rock, mestizaje y una interpretación melodramática en la que pone toda su alma. Ahora, Bunbury vuelve a sorprender a su muy nutrido público con su primer disco de versiones. En «Licenciado Cantinas», el aragonés ahonda en las raíces latinas, pero conservando su sello inconfundible: «Hay un primer ejercicio en el que ya dejas tu huella dactilar, que es la misma selección del material que vas a interpretar. Ahí buscas cercanía en el lenguaje, canciones que sientes cercanas a tu propio universo. Además, al ser productor de mis álbumes, mi forma de entender el sonido y el concepto de grabación acaba inundándolo todo».

El álbum está impregnado de espíritu viajero. No en vano, desde hace dos años ha fijado su residencia en Los Ángeles: «Con Héroes del Silencio hicimos giras por EE.UU., y continué haciéndolo en solitario; pero desde hace un par de discos me he volcado en profundizar más en el país. Siempre intento conjugar mi pasión viajera con la profesional y, como quería hacer la Ruta 66 desde siempre, organizamos una gira recorriendo el país de costa a costa, por carretera, en autobús. La verdad es que fue una experiencia muy reveladora».

Se agradece también que, en tiempos de escasas ventas, alguien arriesgue: «Para mí, grabar discos siempre fue un camino de aprendizaje. No grabo lo que ya sé, sino en lo que estoy metido. Acepto la imperfección. Sé que podría grabar álbumes de determinadas músicas que con el tiempo he dominado más, pero no me interesa tanto andar el camino andado. Prefiero ir con el machete en la boca».

En ese sendero se ha topado con composiciones de una fuerza indudable, y que escapan a las obviedades latinas: «Es un ejercicio sano para cualquier autor de canciones salir de tu propio universo e interpretar temas de los grandes a los que idolatras, por una o por otra razón. Si además tienes que salir de lo que es tu terreno natural, siempre es una aventura mucho más interesante. No es la primera vez que canto tangos o rancheras o boleros, pero sí que es nuevo para mí enfrentarme a una chacarera, salsa, habanera o cumbia. Y la verdad es que he disfrutado mucho».

Algunos de estos genios están presentes en «Licenciado Cantinas», como Flaco Jiménez: «Es uno de los más grandes acordeonistas de tex-mex de todos los tiempos, por no decir el más grande. Tenía claro con quién quería colaborar, y meses antes de empezar la grabación contactamos con Flaco, Dave Hidalgo (Los Lobos), Charlie Musslewhite y Elíades Ochoa, al que considero el Enrique Morente del son. Haber contado con los cuatro es uno de los hitos más importantes de mi discografía. Sus discos me han formado como músico».

Por último, resulta inevitable preguntarle por los rumores acerca de una nueva reunión de Héroes del Silencio: «Ha habido algún tipo de malentendido, porque Juan, Joaquín y Pedro mostraron su interés en volver a ensayar y componer canciones y, espero, grabarlas. Eso es una buena noticia. Les deseo, de verdad, lo mejor. Nunca dudé de su talento. Y, por otro lado, en una entrevista en Colombia, me preguntaron por futuras giras de HdS, y yo dije que no podía adivinar el futuro. Algún periodista leyó entre líneas lo que, supongo, él deseaba leer y que, obviamente, no dije».

Texto |Pablo Martínez Pita
Fuente | abc.es

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