03 mayo 2010

Prescriptores de primera categoría

Era septiembre del 99. Pequeño estaba en la calle y Bunbury pasaba por su etapa más delicada en solitario, probablemente porque Radical Sonora no le dio lo que a buen seguro cabía esperar. Muchos no entendieron un giro musical tan brusco y abandonaron al zaragozano, que vio cómo su carrera solista se iniciaba con dificultades, en ocasiones extremas. Ese Bunbury de Pequeño no era asiduo de las televisiones ni de los medios de comunicación en general. De repente, un artista hipermasivo había pasado a ser un icono de culto para una minoría, que tampoco hacía mucho ruido. De tocar en estadios, Bunbury pasaba a ser estrella invitada en clubes y salas pequeñas, más propias del circuito alternativo que de un rock star de primera división.

Pequeño fue, en ese sentido, un álbum decisivo. Era la piedra de toque para un artista, que podía acabar en la ciénaga, absolutamente hundido, o el revulsivo necesario para levantar cabeza y reorientar su carrera hacia el éxito masivo. Ocurrió lo segundo, como todos sabéis, pero hasta que eso llegó, muy probablemente sus seguidores más incondicionales algo tuvieron que decir a ese respecto.

En los tiempos actuales, en que tanto bombo se le da al fenómeno de la viralidad, del boca-boca o de los medios sociales, encontramos un ejemplo pasado de cómo eso favoreció y permitió una difusión extraordinaria de la música del zaragozano. Los que yo denomino seguidores freak de Enrique nos convertimos en auténticos prescriptores de primera categoría de su música. A buen seguro que a más de un escéptico le llegó una recopilación de éxitos del maño, elaborada artesanalmente cuando nacían las primeras grabadoras de CD; y a buen seguro que también a más de un incrédulo le llegaron nuestros mails o nuestras invitaciones para que acudieran con nosotros a algún concierto, de esos pequeñitos, en los que Enrique lo daba todo. “Te va a sorprender, no lo dudes”, asegurábamos. Por no decir la capacidad de este gran colectivo de fans para conseguir que Bunbury fuese entrevistado o asistiese como invitado a programas de televisión como Lo+Plus o como Los conciertos de Radio 3. Éramos incansables, infatigables… digamos que veníamos a ser una suerte de fan-management, que peleaba y luchaba por situar en su justo lugar al que consideramos mejor y mayor exponente del panorama musical español.

Tras el impulso que para esa causa supuso la web www.bunburynews.com, primera que buscó informar sobre Bunbury con bases periodísticas serias, otros amigos como Juan Garrancho, Jesualdo, José o Paula, han trabajado y trabajan hoy en una dirección muy similar. Lo han dado todo, no sé si habrán estado a punto de perder la vida en ese intento, pero me consta que su entusiasmo, pasión, dedicación y cariño hacia el trabajo de Bunbury, ha sido un acicate crucial para que hoy estemos celebrando el nacimiento de www.bunburyespaña.com

Es una excelente noticia que hayan unido sus fuerzas los artífices de que aquella aventura llamada BunburyNews haya quedado en el recuerdo como algo casi anecdótico. Porque en www.bunburyespaña.com se han encontrado definitivamente quienes mejor nos han informado e informan de la actualidad Bunburyana, junto a la que ha promovido la mayor comunidad de seguidores de Bunbury en Internet. Unos, por su demostrada capacidad para informar y promover iniciativas de gran calado (recordemos grandes trabajos estos años como discos homenaje, especiales, entrevistas por doquier, crónicas casi en tiempo real…) y otra, por su infatigable capacidad para mantener la llama viva en un espacio virtual maravilloso, se encuentran felizmente en un camino que sólo les reportará satisfacciones. Estoy seguro.

Es probable que si un profano se acerca a estas líneas, nos llegue a ver como chicas y chicos algo o muy chalados. Puede ser. Pero esto como el fútbol, en muchas ocasiones escapa a la razón. La música, que traspasa las fronteras orgánicas, es lo que tiene. Que mueve sentimientos, capacidades personales, espíritus y almas en direcciones a veces desconocidas. Bunbury ha tenido la suerte de contar con una parroquia descomunalmente buena y extraordinariamente fiel. Desde aquellos inicios hasta hoy han pasado casi diez años… Diez años en los que altruistamente muchas personas han hecho muchas cosas por él. Diez años en los que se han aportado granitos de arena importantes para que ese artista venerado esté hoy donde está. Al César lo que es del César, y a BunburyEspaña lo que es de BunburyEspaña. Todos los que sabemos lo que implica este trabajo os estamos eternamente agradecidos por semejante esfuerzo. Gracias amigos y mucha suerte en esta nueva andadura.

Jorge Oliva
Director Bunburynews.com


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